domingo, 22 de julio de 2012

¿Qué le pasa a la democracia? (Parte I)

Por: Nelson Hurtado Obando.


En anterior artículo me referí a nuestra parte oscura, en el contexto de los indignados, en lo que constituye la indignación irreflexiva.

En una de sus obras, K. Popper sintetiza que la televisión le hace mucho daño a la democracia, algo así como que es su sepulturera. Una tesis, además de ambiciosa, arriesgada, pero no para Popper, ni para la realidad de la democracia en los EE.UU. y sobre todo en los países de Latinoamérica.

Fortaleza de la democracia en los EE.UU., es haber fundado la nación, sobre el debate público y este a su vez y fundamentalmente, sobre la razón, la lógica, la discusión, el conocimiento y sobre la libre circulación de la información.

Es el Ethos público, si se quiere, el mismo del foro romano o del ágora ateniense.

“La razón, la fría, calculadora y desapasionada razón, debe aportar todos los materiales de nuestro futuro apoyo y defensa. Ojalá dichos materiales se integren en la inteligencia colectiva, la sólida moralidad y, en particular, en el respeto a la Constitución y las leyes.”, dijo A. Lincoln.

Recientemente, he repetido a un joven Senador amigo, miembro de la dirección de mi partido y a algunos otros copartidarios prestantes, que es la hora de que el Partido se la juegue por la reconquista de la Plaza Pública y este anhelo y esta preocupación, surgen en primer lugar, de una configuración cultural personal, dispuesta para el foro, para el debate abierto, público, civilizado y civilizador, creativo y en tanto me encuentro rodeado de soledad y silencio, en medio del bullicio de la turba.

Preocupado, bastante preocupado, por esa metamorfosis que se ha cumplido en “mi otro yo”, -mi verdadero yo-, como paso secuencial del hombre político, de un individualismo exacerbado, hasta el actual estadio de individuo-en solitario, que preside todo el devenir histórico de la actual conformación de la sociedad, he retomado el discurso de un gobernante, en el cual y en medio de su retórica insulsa y simplista, tres cosas me llamaron poderosamente la atención: la primera, que en su discurso de posesión, mencionó el verbo “construir” y sus varias conjugaciones, en un total de 55 veces; la segunda, su autoafirmación de ser matemático y su agregado de “Nosotros resolvemos problemas, por supuesto les está hablando un matemático” y la tercera: es que en ese mismo discurso de posesión, advirtió que durante su gobierno, “No será el fin el que justifique los medios, serán los medios los que justifiquen el fin.”

¡El auditorio rompió en aplausos!

Todo transcurrió de manera intrascendente, nadie reparó que por la primera circunstancia, se había develado el lado “privado” del hombre público que se posesionaba como gobernador; aunque afirmaba ser matemático de profesión, su procedencia económica, era de una familia de industriales de la construcción de vivienda y centros comerciales, en suelos urbanos, solo accesibles a altos poderes adquisitivos. Por la segunda, era como la afirmación del liderazgo para encarar los complejos problemas de la existencia y la coexistencia en la sociedad a gobernar y en la pragmática de la lógica formal, de que todo tiene solución matemática y la tercera, porque develó certeramente, su contrahechura de mero marketing político.

“No será el fin el que justifique los medios; serán los medios los que justifiquen el fin.”, no es una mera construcción retórica, ni una bonita y musicalizada hipérbole literaria y menos un simple hipérbato, de autoría de un hombre público, conformado en la matemática, en el rigorismo de la lógica formal, de las ecuaciones matemáticas y financieras y cuyo campo de práctica han sido los propios campos fértiles de su industria familiar de la construcción y no precisamente de vivienda de interés social, a la que por obvias razones, nunca apuntan los constructores privados, excepto cuando la subsidia el Estado o se desarrolla a través de las llamadas “alianzas público privadas” o a través de los llamados “planes parciales” o de “renovación urbana”.

Pero, no obstante, el auditorio rompió en aplausos!

Hacer el hipérbato descrito, no es nada casual, ni es producto de un estado de iluminación o de creatividad, ni fruto de ninguna pasión o emoción, súbito, espontáneo, nada de genialidad.

La sentencia del gobernante en su discurso de posesión, sí que es fruto o resultado de un proceso de “construcción”, a la que tanto Popper, como Al Gore, Marshall McLuhan, E. Bernays, se han referido a través de los tiempos y de sus escritos.

No hay duda, que en la sentencia del gobernante en su discurso de posesión, está inscrita la tesis de McLuhan, que nos dice: “En una cultura como la nuestra, con una larga tradición de fraccionar y dividir para controlar, puede ser un choque que le recuerden a uno que, operativa y prácticamente, el medio es el mensaje.” (Negrillas fuera de texto)

Lo anterior me posibilita re construir el contexto del discurso el gobernante, en el día de su posesión, en los siguientes términos:”…será el medio (que es el mensaje), el que justifique el fin”.

Y no queda duda, que nos encontramos frente a un acto comunicacional, que significa un quiebre, una fisura, una fractura, una ruptura del esquema tradicional: emisor- mensaje – medio – receptor o de inversión de la prevalencia de la materia o sustancia, sobre la forma o accidente, pero que no es nada nuevo y que por el contrario, devela, con toda certeza y claridad, que lo que ha dicho el gobernante en su discurso, en el día de posesión, es que su discurso está codificado y que es simplemente la oportunidad de su practicidad.

De otra manera, ahora menos entendemos porqué el auditorio rompió en aplausos!

Rompió en aplausos, no porque todos los allí presentes dispusieran de decodificadores naturales de discursos de políticos; mucho menos, porque hubieran realizado el proceso cognitivo de la comprensión, mucho menos porque todos los allí presentes fueran matemáticos y además constructores.

¿Qué es lo que hizo romper al auditorio en aplausos?

Desde la postulación de McLuhan, de que “El medio es el mensaje”, se empieza a develar que el mensaje como tal, es un acto del proceso comunicacional, que evidentemente, no es el contenido del discurso, en tanto el contenido del discurso es la parte de un proceso congnitivo, de pensamiento “..que, en si, es no verbal.”

Desde lo antecedente, es destacable además, que el lenguaje corporal del gobernante en su discurso de posesión, además de frío e inexpresivo, llano, plano, repitió ademanes incoherentes, sonrisas plásticas, -que nos recuerdan el origen animal y violento de la sonrisa- , en todo caso fuera del contexto del discurso: miradas perdidas, manos en actitud frágil y de repetido y simétrico movimiento, que dejan la sensación respecto o a que la pieza oratoria no la escribió y se la escribieron o que a pesar de haberla escrito, no está convencido de su contenido, como acto de pensamiento, no verbal, desde lo cual, el hipérbato que construyó sobre la frase atribuida a Maquiavelo, podría develar o que: conoce a profundidad toda la teoría del conocimiento comunicacional y sus implicancias sicológicas, sociológicas y políticas o que efectivamente es una figura pública política, contrahecha, que le resulta bastante incómoda, desde el mero marketing político, y en referencia a su inocultable arrogancia personal, como que es el único bueno, el único honrado, el único transparente, el único conformado para dirigirnos, la nueva forma de hacer política, el único que no permitirá que se pierda un peso, el único que podrá hacer la feria de la transparencia, el único que pondrá a salvo la “dignidad del espíritu humano”.

Suficiente ilustración, por lo cual dejo de lado al gobernante de marras, que tiene bastante simetría con el ex presidente G.W. Bush y en relación con la democracia americana y puntualmente con las respuestas de su gobierno, al atentado S-11, derivados en la guerra contra Irak y el ahorcamiento de Sadam Hussein y que solo después de perdida la guerra contra Irak, encontró en Osama Bin Laden y su grupo de Al-Qaeda, al monstruoso responsable. No olvidar que G.W. Bush, no es constructor, pero sí industrial petrolero.

¿Qué es lo que hay de común entre G.W. Bush y nuestros gobernantes criollos y tropicales?

Que todos saben a la perfección que: “el medio es el mensaje.”

Noam Chomsky nos ha dicho que: «La manipulación consciente e inteligente de los hábitos y opiniones organizados de las masas es un elemento de importancia en la sociedad democrática. Quienes manipulan este mecanismo oculto de la sociedad constituyen el gobierno invisible que detenta el verdadero poder que rige el destino de nuestro país. Quienes nos gobiernan, moldean nuestras mentes, definen nuestros gustos o nos sugieren nuestras ideas son en gran medida personas de las que nunca hemos oído hablar.»

Chomsky, formula su tesis a partir de los grandes avances logrados por Edward Bernays, el “padre de las relaciones públicas”, quien logró que en 1920, en plena Fifth Avenue, de New York, las mujeres americanas y por primera vez, empezaran a fumar, al reunir a un grupo de ellas, en actitud de protesta y de exigencia de sus derechos y libertades, las cuales, al llegar la prensa y sus fotógrafos y quizás algún medio radial, encendieron todas, públicamente, sus cigarrillos, a los que denominaron “antorchas de libertad.”

Ya lo había referido en otro escrito, que en Latinoamérica, luchando contra el comunismo, por aquello de que si: "Bajo el capitalismo, el hombre explota al hombre. Bajo el comunismo, es justo lo contrario", el nuevo orden económico y político mundial, si bien abrió las puertas al advenimiento de los Estados Sociales de Derecho, no es menos cierto, que en ellos, se ha apoltronado y tomado cómodo asiento, electoralmente, la comunista “dictadura del proletariado”, a través de la cual, “…la sociedad constituyen el gobierno invisible que detenta el verdadero poder que rige el destino de nuestro país.”, como lo ha señalado Chomsky.

Y esto ha podido ocurrir, en parte a los descubrimientos de E. Bernays, quien dicho de paso era pariente de S. Freud y de la manera como lo han estudiado y descrito McLuhan, Popper, Chomsky, Al Gore, etc.

Fundamentalmente, nuestras pálidas democracias, funcionan actualmente desde el principio de que: “El medio es el mensaje”. Lo demás, es trabajo de Marketing político, que hace posible que los ciudadanos resultemos votando y eligiendo personas y a veces, escasas, por ideas, sobre “…las que nunca hemos oído hablar.”


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domingo, 8 de julio de 2012

¡A ALEJANDRA ASCA..ris!


Por: Nelson Hurtado O.


Confieso hoy, que sentía por Usted, respetada dama, una doble admiración: por mujer y por humorista inteligente.

Más esa admiración, fue descendiendo poco a poco, por la facilidad que desde el respaldo de una cámara de televisión y de un pulpo informativo como RCN, usted se fue convirtiendo en juez de lo humano y de lo divino, en la fruslería de “Colombia tiene talento”, hasta tal punto de saltarse la tenue línea de la dignidad humana y si se quiere de la caridad cristiana, para hacer de los defectos o de la simplicidad de algunos seres humanos, verdaderos reproches.

Más su columna de hoy, realmente me conmueve y me asombra.

Tanto me asombra, que creo que con todo y el descenso de mi admiración por usted, que la misma sí fue escrita por la verdadera ALEJANDRA, la que habita en sus profundidades, no del alma, porque no tiene, sino más bien entre los jugos gástricos y el intestino delgado, porque del grueso también carece y por eso más bien creo que su verdadero nomen entre la especie, es el de ALEJANDRA ASCA..RIS (áscaris lumbricoides).

A esta conclusión parcial llego, -para su conocimiento- desde las siguientes circunstancias: macho, hombre, heterosexual, papá y abogado.

Desde esta perspectiva, usted tiene razón en muchas cosas, por ejemplo: las mujeres gorditas, poco hacen parte de la “fuerza de ventas”, de una sociedad, que sabe que destacarse en la farándula, no es cuestión de inteligencia, ni de muchos merecimientos, sino de buenas palancas y de especial adiestramiento para repetir como loras y con actitud convincente, información que no digieren.

Así mismo, usted debe tener mucha razón, desde “el que se las imagina, es porque las hace” y máxime cuando ya se sabe que usted tuvo problemas de obesidad y en el sentido de que las mujeres gorditas, además de fáciles presa para la cama, son además indescriptibles haciendo el amor. Creo que ahora, usted al contrario, no se siente amada!

Igualmente tiene razón, las gorditas se ponen no lo que quieren, sino lo que les vende una sociedad de “vacas flacas”, flacas de ética, flacas de moral, flacas de solidaridad, flacas de respeto por si, flacas de respeto por el otro, flacas de frenos en el corazón y en la lengua y quién sabe dónde más…pero gordas de billetera, de chequera, de jeans de marca, de modistos famosos, de polvos y set de televisión….y en el ocaso de juventud y belleza tan pasajera…desean por fin ser MUJERES, en el milagro de la maternidad, que seguro les traerá frutos flacos de alma o de cuerpo, porque la imperfección es la certeza, de que la perfección no existe.

Hace muchos años aprendí un saludo oriental, que día al encontrarme con alguna persona, desde mi alma musito: “Sólo por hoy, la divinidad que hay en mí, saluda a la divinidad que hay en ti”.

Pero usted, en su expulsión lumbricoidea, incluso se saltó barreras que ni siquiera el “sexismo” más recalcitrante se ha saltado, usted discrimina, aparta y excluye a las gorditas y va más lejos, se mofa, se burla, las ridiculiza.

Y en esa, su expulsión lumbricoidea, pensé que su second nomen, no era AZCÁRATE, sino DESCÁRATE, pero un efluvio divino, me llevó a encontrar la raíz etimológica del mismo, en el molesto bicho del ASCARIS LUMBRICOIDE, que hace que quien lo padece, sufra de: “Dolor de estómago, de tanto reírse y mofarse de los “defectos” de los demás; Expulsión de lombrices por la boca o la nariz, que recoge en su articulejo; presencia de lombrices en las heces, que es su “humor”, porque ahora entiendo que su misión no es hacer reír, alegrando la vida de sus semejantes, sino ridiculizar y mofarse.

En usted no cabe, que la obesidad, más que un problema de salud pública, es la concreción del desorden que la sifilización actual, ha introducido en la “casa de la humanidad”, que ha modificado los hábitos alimenticios de todos los seres vivos y con hondas repercusiones en el metabolismo y la genética.

¿Por qué no elige vivir en Kenya o en otros países, donde las NIÑAS no son GORDITAS, sino FLACAS, pero por el hambre que recorre al mundo? ¿Acaso su articulejo, no es una apología de la anorexia y la bulimia? O ¿Acaso será el preámbulo publicitario de un nuevo “revertex mejorado” y aprobado por el Invima?

Finalmente, le agradezco por darme la oportunidad de reafirmar, que tengo dos hijas perfectas, no han sido obesas, sí gorditas, llenitas, a las que con todo el amor les hemos entregado el fruto de nuestro trabajo, sólo han pasado por un solo cirujano a intervención de estómago, no por ninguna cirugía estética; a las que en su cumpleaños, mamá y papá, les hemos brindado viajes por otras culturas, en vez de tetas y liposucciones y que gracias a Dios, desde muy tiernas, ellas mismas se encontraron perfectas y desde siempre supieron que eran dos milagros de la vida, del amor y sobre todo CREATURAS hechas a la imagen y semejanza de Dios.

No basta señorita ASCA--ris lumbricoidea, pedir “perdón” por los medios en los que usted nada a la perfección, se trata de comprender que existir es coexistir y que en Bogotá existe una fundación, que creo que se llama “Gorditos de corazón”, donde bien podría tomar el purgante que le hace falta a su indolente existencia.

¡INDIGNADOS: nuestra parte oscura!


Por: Nelson Hurtado Obando.


“Enojo, ira, enfado vehemente contra una persona o contra sus actos”, es lo que, desde el diccionario, más nos acerca a la sociología del movimiento “INDIGNADOS”. INDIGNADOS hemos estado desde muchos estancos de nuestra historia, hasta los presentes días, solo que ahora la indignación ha encontrado canales de circulación más expeditos, pudiendo llenar todos los espacios de la esponja social, en tiempo real.

Como con el agua, -al decir de los ingenieros-, con la indignación no se pelea, se negocia y eso es lo que hemos visto que ha ocurrido en todas partes del mundo y recientemente en Colombia.

Pero si bien, los motivos o causas de INDIGNACIÓN, que nos determinan a los INDIGNADOS a asumir alguna posición, encuentran en la nobleza del bien común agraviado, su detonante, no es menos cierto que por noble y racionalmente probable y justificable que la INDIGNACIÓN SEA, ella, en y para sus efectos causales, no tiene canales racionalmente probados, por los cuales pueda circular sistémicamente, como VALOR SOCIAL.

De esta manera, la INDIGNACIÓN, como valor social y además legítimo y potencialmente legitimador, empieza a mostrar su parte oscura o lo que es la indignación irreflexiva, que finalmente es la contención o el dique y la negación de la nobleza de sus causas determinantes, para serenarla y re conducirla, por cauces o canales artificiales.

Así, la INDIGNACIÓN tiene una existencia efímera.

Pero es que además, la INDIGNACIÓN, ya como valor social, democrático, como causa común, serena, aquietada en medio de la tempestad, empieza su discurrir racional, ni siquiera desde las cuestiones acerca de qué, quién, cómo o dónde la ha originado, sino desde la respuesta de tener hallado, casi de manera pre determinada, un escenario del mal y uno o unos culpables.

Y el lado oscuro de la indignación, la indignación irreflexiva, cumple su rol, de tal modo que la indignación deja de ser: “Enojo, ira, enfado vehemente contra una persona o contra sus actos”, para convertirse en discurso, en retórica y en juicio, respecto del hallado o construido culpable y hasta aquí, aún no habría maleficencia, predicable respecto de sus causas nobles.

Pero como estamos hablando de valor social, de una sociedad interdependiente e intersubjetiva y por lo tanto de existencia de fuerzas sociales y considerando que la indignación sea así como una fuerza social de reacción, deviene no solo canalizada, sino capitalizada políticamente, no desde CAUSAS y BANDERAS, sino desde la lectura o notificación del juicio al que ya fue construido y hallado culpable, lo que facilita la solidarización, -no la solidaridad- y la cohesión del aglomerado, -no su coherencia-, lo que deviene útil, desde el hacer innecesarios el pegamento ideológico y las escalas axiológicas y deontológicas, en tanto todo lo justifica y se justifica en el culpable, desde lo cual podría tener cierta corrección política la expresión de un gobernador, que ha dicho que en su gobierno, “no será el fin, el que justifique los medios, sino que serán los medios los que justifiquen el fin.”

Así, el aglomerado, sin ninguna clase de pegamento, mantendrá cohesión, estará reunido, pero no tendrá coherencia, por lo que su existencia termina con la capitalización política, que por lo general es un reclutamiento espontáneo y masivo de adeptos, pero no de afinidades ideológicas, doctrinales, programáticas, axiológicas, ni deontológicas; transitorios, en tanto no hay tampoco principialística que oriente y guie; esa parte oscura o indignación irreflexiva, es descubierta y capitalizada a su vez, por otros grupos a través de personajes o caudillos, cuyo discurso es referente diacrónico, en tanto se cumple aquello que nos informa que: “en política, no todo lo que se piensa y se siente, se dice y tampoco todo lo que se dice, es lo que se piensa y se siente”.

A la capitalización política de la indignación irreflexiva, le basta, quien haga remembranza de la nobleza de la indignación, de la justicia y racionalidad de las causas detonantes, de la referencia constante al bien común, las cuales finalmente resultan sacrificadas por lo general en la piedra de ara, del culto a los personalismos y a las individualidades del caudillo, no escogido, no elegido, no producto del consenso, sino de la concomitancia de circunstancias y tan solo por el hecho de estar allí, a la hora justa y en el lugar adecuado. El caudillo sabe bien, que la indignación irreflexiva, se deja seducir y no hay mejor manera de lograrlo, que decirle y repetirle lo que quiere oír, (J. Goebbels. N. Chomsky), pero de modo trascendente, de tal modo que la indignación irreflexiva, pueda ser vestida como el “común acuerdo”, la “feliz coincidencia”, desde el unanimismo o creencia, en que todo el mundo está pensando, sintiendo y diciendo lo mismo: ese es el enemigo, esa es la causa del mal, no importa que sea uno o muchos; el construido y hallado culpable, será la sumatoria de todos los culpables y de todos los males, lo que permite consolidar un discurso de un único frente de batalla.

Pero lo grave del unanimismo, en que finalmente se transforma la indignación irreflexiva, no es la carencia de pegamento ideológico, sino el uso de un aglutinante perverso, discursivamente inodoro, insaboro e incoloro, en tanto está como legitimado, pero que es subyacente, subterráneo, que es el odio, puro odio, pasional y que se expresa o materializa en la magnificación del desacierto del otro, del error del otro, del hacer o no hacer del otro, del decir o no decir del otro, en el plano de referencia de lo que el caudillo dirá o diría, de lo que hará o haría o desde lo que dijo o lo que hizo, a lo cual se le va denominado programa, plan o estrategia, para la restauración, la salvaguarda del bien común……y todo lo que a ello se quiera pegar, como la democracia, la institucionalidad, la seguridad, la paz, la justicia, etc., sin que importen los tiempos y los espacios y los estancos históricos superados.

Desde la indignación irreflexiva, como subproducto de baja calidad de la INDIGNACIÓN, los INDIGNADOS, pueden ser conducidos dócilmente, por la alta maleabilidad que tiene el aglomerado, desde la inconsistencia en su proceso formativo, pero de manera especial, por la incoherencia de que carece, desde lo cual, las supuestas “causas comunes” que les aglomera o mantiene reunidos, -no unidos-, dan lugar a la desaglomeración, cuando los derechos y más los intereses personales, particulares o privados de los adeptos, no negados, no desconocidos retóricamente, no encuentran realización práctica en escenarios de libertad frente al temor y de libertad frente a la necesidad,

Mientras la INDIGNACION primera, como valor social y democrático, se apaga, -y bien que así ocurra cumplidos sus fines-, su lado oscuro o indignación irreflexiva, se consolida, se proyecta, se retroalimenta, se engorda, desde el “todo vale”, -compendio perfecto de Goebbeles-, y actúa, supuestamente encauzada en el contexto democrático, a través de movimientos u organizaciones, con apariencia de organización político – partidista, sin principios, sin doctrina, sin idearios, sin filosofía, sin programas, en tanto les basta mantener encendido el fuego pasional, a lo que es buena sustancia combustible, el pegamento del aglomerado.

Pareciera que las sociedades hayan iniciado un camino de regreso, a estadios o estancos históricos ya superados y que la parte oscura de los INDIGNADOS y de la INDIGNACIÓN, legítima y legitimadora, su parte de indignación irreflexiva, esté abriendo el camino a lo que en la historia se conoce como la “crispación política” , que en cada contexto pareciera espontánea, pero que no es más que reacción a cualquier estímulo, polarizante y altamente comburente. Desde M. Duverger, pasando por Tocqueville y hasta llegar a los más modernos politólogos, la sociedad humana ha podido reconocer y aprehender que los Partidos Políticos, como organizaciones institucionales, son inmanentes a la construcción, vigencia, permanencia y estabilidad de la democracia, como expresión de la madurez de la civilidad y que los escenarios verdaderamente democráticos, más que en el consenso, están fundados sobre la comunión, a cuya formación para nada es útil la indignación irreflexiva; al punto tómese -como muestra de estudio, como objeto de estudio-, cualquier discurso y en cualquier país y nótese que el discurso político, es además de ambiguo, ambivalente, tanto desde lo lingüístico, lo político, como desde lo sicológico, por lo cual indistintamente podrá ser como una especie de “cuenta de cobro” y subsiguientemente un “programa de gobierno” o ser una profunda declaración de pasión, emoción o sentimiento patriótico, como una declaración de guerra, dado que la indignación irreflexiva, finalmente es como una puerta, a través de la cual se pasa del amor al odio y viceversa y sin ninguna dificultad.

La INDIGNACIÓN primigenia, la reacción primaria, legítima y legitimante, ha quedado atrás, los INDIGNADOS primigenios, han desaparecido en el aglomerado que es la indignación irreflexiva, que no es más que reunión, -no comunión-, incluso de intereses en conflicto, que subsisten, latentes y que podrían llegar a imponerse, a la noción misma de la “causa común” que la aglomera.

La indignación irreflexiva, es pues, más emocional que racional, es como arena movediza, desde la cual, obtiene cierto movimiento pendular, que provee la energía suficiente al marketing político, pero que no es en definitiva construcción de civilidad, ni de democracia, pues no abandona el contexto, al decir de Chomsky: ”problema-reacción-solución” , que es en definitiva una articulación, diría que algorítmica, que para efectos de la política en su relación sustancial con la democracia y la vida institucional, no provee información sobre previsibilidad y control de consecuencias y hechos no deseables.

La gobernanza del Estado Democrático, no es pues cuestión de meros sentimientos, emociones y pasiones exacerbadas.


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lunes, 2 de julio de 2012

¿Dónde nace la DEMOCRACIA?

Por: Nelson Hurtado Obando.



Ya sé. Hoy me sobrarán tweets; unos me meterán el dedo en el alma, por miignorancia, otros más decentes me indicarán que, Atenas, Grecia, que los filósofos Sócrates, Platón, Aristóteles, etc.

Pero agradecido de todos por igual, insistiré en mi pregunta: ¿Dónde nace la democracia?

Hoy, un poco nostálgico, han vuelto a mi memoria, quizás motivados por hechos recientes del acontecer nacional, dos temas musicales, que son apenas cadáveres insepultos, víctimas de la sifilización actual, en que nos ha correspondido vegetar. Esos temas son: “Los Libros” y “Las Acacias”.

Por el primero, es mucha la diferencia con la civilización que alguna vez pudo existir en la tierra, en la obra clásica musical colombiana, de manera clara cuestionaba: ¿”Para qué los libros, para que Dios mío, si este amargo libro de la vida enseña, que el hombre es un pobre pedazo de leña…?” Hay en el tema, cuestionamiento, búsqueda, encuentros y desencuentros, pero allí, jamás hubo un: ¡Para queeé los libros!

El otro tema musical, tiene arranque funeral y nos enseña que, “Ya no VIVE nadie en ella…”, y a esta altura vuelvo y pregunto: ¿Dónde nace la democracia?

No ha de ser en el corazón humano, pues que si así fuera, la democracia no habría existido y más bien siento la tendencia a pensar, que nace, no de la naturaleza social del hombre, -me perdonan las distinguidas damas, ahí quedan incluidas con honores-, sino más bien de la tendencia de la especie, a la dominación: dominante-dominado y más por la coacción de sentirse libre de la necesidad y libre del temor, catapultas actuales del nuevo paradigma en materia de Seguridad Humana.

En esta manera de rayar la normalidad y lo convencional, siento y pienso que la democracia, al menos en Colombia, es una creatura expósita, que no tuvo dónde nacer, crecer y reproducirse, al menos en la época actual y esa situación es explicable, desde el segundo tema musical que refiero al inicio, porque, es que definitivamente, “Ya no VIVE nadie en ella…”

Y ¿quién es “ella”? La casa, pero en su existencia vital trascendente, “ella”, en simbiósis cósmica inexpugnable, es también “él”, el hogar, el lar, el tiempo y el espacio de la lumbre, de la luz, del calor que calienta y quema, pero también del calor que alienta y vivifica, pero también del fuego, que sin flamear funde y purifica y consolida en sus crisoles el dolor de la humanidad, porque esa es la historia de la humanidad, la historia del dolor. Puede decirse entonces que: “Ya no vive nadie en ELLA”, pero también que: “Ya no vive nadie en ÉL” , y apenas al tiempo moderno, “Ella no vive en, ni con Él” y “Él no vive en, ni con Ella”, ni ellas con ellas, (también en el mismo sentido y de manera contraria), porque “…sus puertas se cerraron para siempre, se cerraron para siempre sus ventanas…” y es que nada puede explicar, al menos dentro de la racionalidad de que nos ufanamos, que en los últimos días abunden las noticias de agresiones por parte de padres, padrastros, novios, cónyuges, compañeros permanentes entre sí, con un único resultado: muerte y lesiones, pero más allá de lo que es execrable, nos muestra la terrible enfermedad que aqueja al amor y que cobró la vida de “Ella”, la casa y de “Él”, el hogar y con ellos, la de “ellas y ellos” que allí vegetaron.

Alguna vez le refería a mis alumnos en la facultad de Derecho, que a pesar de los grandes avances científicos, tecnológicos y técnicos, yo sentía angustia existencial, por que no había podido resolver un problema, sencillo, -no soy matemático, según un gobernante, ellos son los que resuelven los problemas-, el dar respuesta al ¿Porqué muchos hombres de hoy, a pesar de tener papá y mamá, de vivir juntos en el mismo apartamento, de “vivir bien”, son como doble hp´s? Todos soltaron la carcajada y decían, ¿cómo así profe? Explique! Sencillo, solo hay algo que me acerca a la respuesta, aunque no me satisface del todo y espero que ninguno de ustedes, mis alumnos se encuentre en esa situación, miren, simple: hoy, una inmensa mayoría de niños, jóvenes, viejos, son unos doble hp´s, porque desafortunadamente no tuvieron, ni PAPÁ, ni MAMÁ, no tuvieron la CASA (ella), no tuvieron el HOGAR (él), aunque sí un lujoso apartamento; ella (la mamá) confió el despachar temprano de los niños al “parquadero de niños” a la señora que le “sirve” en el apartamento, la misma que los recibe para hacerles el “cambio de aceite” cuando regresen, mientra Ella lleva tres horas en el gim o en el spa y luego se dirige al centro comercial y en la tarde irá al cassino o a tomar el té con unas amigas; Él, el proveedor, hace varios meses está fuera del país o en la finca, aunque no se le extraña por que hablan y se ven por “skype” o por “tango desde el iphone” y sobre todo porque Él, está pendiente de su cónyuge y de sus hijos: “Nunca falla con el cheque a pesar de los lejos que esté”.

El segundo tema musical, ya es una nueva onda o un nuevo género musical urbano, así: “pa´queeeé los libros”, mire, pelao, uy zonas “ay”, la cosa no es por “ay”, póngase a camellar que “ay” que darle la casa a la cucha y “ay” que ayudarle a la Carmenza pa´que eduque el hijo del “vítor”, esa era un papá, responsable, lástima que en esa “vuelta”, esos pirobos…

Pero es que dijo CONFUCIO: “Si falla el lenguaje lo que se dice no es lo que se piensa. Si lo que se dice no es lo que se piensa, entonces las obras no llegan a realizarse. Si las obras no llegan a realizarse entonces no florecen la moral y el arte y si no florecen la moral y el arte entonces se desvía la justicia y si la justicia se desvía entonces todo el país anda a la deriva” y más recientemente, en una re actualización profunda, aunque parezca risible, una Reina de Belleza, ha dicho con toda propiedad que Confucio fue un chino-japonés, muy “antuiguo” que inventó la CONFUSION y nadie le ha parado bolas!

Tan importante se ha vuelto el género musical urbano de “pa´queeé los libros”, que hasta Simón Gaviria, presidente de la Cámara de Representantes y con patente de “corzo”, recientemente ha dicho algo así como:”qué perezaaaa leeeerrr, si además en Colombia vivimos cantando, pa´queeé los libros”

A lo anterior sumamos que en los “parqueaderos de inquietos y traviesos”, sean públicos o privados, bilingües o no, desde hace muchos años, el verbo se ha hecho carne, en las palabras de Don José María Gil Robles, que nos dijo, algo así como que: hay quienes enseñan en contra de la verdad y en contra del Estado.

Y, si los “parqueaderos de inquietos y traviesos” y las academias y las universidades, siguen forjando “saberes expertos”, desde un modelo educacional formativo para el HACER, para poder SER, (Teoría de la reificación), desde el modelo de “formación por competencias”, y no vuelve a replantear los términos de la ecuación, integral, humanista, holística, en coexistencia, no en competencia, mucho más doloroso será nuevamente el camino que deberá recorrer la humanidad. Creo en los beneficios de la tecnología como ciencia aplicada, en sus inventos técnicos, pero no creo en su poder liberador, de cara a la generación de libertad frente a la necesidad y libertad frente al temor, no al menos en el actual momento y menos desde el afán de plantar el sistema educativo, como una uniformidad para el mercado laboral, para la productividad, para la competitividad, desde la premisa imprecisa que anuncia, que es en el mercado, per se, el que mantiene ese poder liberador. Creo que el uso de las tecnologías y en especial de las TIC´s, en el sistema educativo y en la penetración en los apartamentos y en cada uno de los que en ellos residen, ha generado unos nuevos estilos de vida, como la supresión de la verdadera interactuación entre seres humanos, que empieza por el mirarnos a los ojos y reconocernos en el otro, donde la ficción y la virtualidad se imponen sobre la realidad, permeando todas las áreas de la existencia, en cuya interrelación queda suprimido, quizás, el acto más trascendente de la naturaleza humana: la coexistencia.

A través de las TIC´s, podrán promoverse y frente a las tragedias, la solidaridad de supermercado, con sus “kits oficiales de donación”, pero no se realiza la solidaridad humana y menos que se haga desde el reconocimiento de la dignidad humana.

Como de hecho ya sucede, se disuelve la comunidad y se fortalece el colectivo, desaparece la coherencia y surge la cohesión social, desde las cuales incluso se suprime el discurso y el debate sobre lo cuotidiano, para dar paso fundamental a la imagen y al eslogan, en opuesta contradicción con las causas y fines de la utilidad pública o el interés general, permitiendo el auge de modernos caudillismos y nacionalismos y brotes de xenofobia, racismo, en fin especies de modernas tiranías, en las que las Constituciones viene a ser como un libro de bolsillo, que puede subrayarse, enmendarse, re interpretarse al antojo.

Sin verdaderos hogares, así se construyan miles de casas, pero “sin padres”; con escuelas, con aulas interactivas, pero acoexistenciales; con profesores, pero sin maestros; con un colectivo de formados por competencias, rellenos de saberes expertos, privilegiados para el HACER, no para el SER y el SABER, la competencia entre individuos-solitarios, será salvaje; la conducción y administración del Estado, será cuestión de tecnócratas; el contacto inicial entre postulantes a dirigentes y autoridades y posteriormente, será esencialmente mediático y la comunicación, como proceso, entre gobernantes y administrados, preponderantemente será unidireccional, donde los administrados están limitados a preguntar y obligados a recibir las respuestas de “fundamentación técnica”.

La democracia, no es entonces mera cuestión política, mero asunto de políticos, de gobierno, de empleados públicos.

Espero entonces que hayan quedado algunos hitos para intentar dar respuesta a la pregunta que titula esta opinión.


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