domingo, 9 de diciembre de 2012


INFORMES sobre CORRUPCIÓN y “SISTEMA DE CIUDADES”
Por: Nelson Hurtado Obando

 

Tres informes de orden mundial acaban de ser publicados, uno, el mensaje del Secretario General de la O.N.U., sobre corrupción, el otro sobre el mismo tema sobre el Índice de Percepción de Corrupción (IPC) y uno más el del Banco Mundial y el DNP de Colombia, conocido como “Sistema de Ciudades.”
 
Decir algo más, sobre la corrupción en Colombia, es llover sobre mojado e igual ocurre respecto de los temas que aborda el informe del Banco Mundial-DNP y que compromete seriamente temas puntuales de Derecho Urbano y de economía.
 
Respecto de la corrupción, bastaría decir de nuevo, lo que he repetido en diversos eventos académicos, que en Colombia la corrupción es una de las especies de la subversión, tanto o más dañina y peligrosa que la subversión armada de las FARC, con sus cilindros y burros bomba, síntesis bien criolla y parroquial, a la que viene bien, el refuerzo argumentativo profundo de Bertrand de Speville, en su libro “Superando la Corrupción”, publicado en 2011
 
Y es que la corrupción es un acto subversivo, en tanto se comprende que es acto situado infra o por debajo de la {Sub} VERSIÓN, integrada sistemática y holísticamente, por el referente normativo que constituye el ordenamiento jurídico nacional. Todo lo que esté por fuera del ordenamiento jurídico, no solo es corrupción, sino subversión, que para el caso de la corrupción frente a la cosa pública, no solo proviene de servidores públicos, sino también de empleados privados, entre los cuales por lo general se establece una relación de implicaciones mutuas, correlativas, consensuadas, conmutativas, bilaterales, onerosas y quizás de tracto sucesivo e ilegítimamente coercitivas.
 
Subvertir, no es más que actuar en contrario y en contra del ordenamiento jurídico, desde lo cual puede establecerse la diferente punibilidad de la subversión pública y privada (corrupción), como de la subversión política armada, ésta última que incluso ha permeado la esfera de las administraciones públicas y privadas, de lo que es forzoso concluir que frente a la corrupción público-privada, no solo son reconocibles como “causas” el mero interés personal, particular o privado, el mero ánimo de lucro personal ligero, sino también los móviles o motivaciones políticas y entre estas, no solo las de grupos tradicionalmente subversivos, al margen de la ley, sino también de grupos con intereses políticos y económicos actuantes, al menos formalmente, dentro del marco de la ley,  incluso y por lo general, desde el plus del reconocimiento social.
 
La subversión política armada, con todas sus ramificaciones, se enfrenta desde el ordenamiento jurídico e institucional y a través de la fuerza legítima del Estado, que los colombianos reconocemos en nuestras Fuerzas Armadas y de Policía.
 
La otra subversión, (corrupción) exige un profundo compromiso de los ciudadanos ¿?
 
A esta altura, una cosa queda clara: las ”líneas 800”, los portales web oficiales de “Transparencia”, “Gobierno visible” “Zares anticorrupción” y los canales de la “Televisión del Reino” y las “Rendiciones de Cuentas” y las “Ferias de Transparencia”, no son más que humo o por usar un término de la criminalidad: “Noche y Niebla” (N.N)
 
En Colombia, la Constitución establece en favor de los actos administrativos de las autoridades públicas, la presunción de autenticidad y legalidad, la cual puede ser desconocida mediante decisión judicial, a través de acción pública que puede ejercer cualquier ciudadano, respecto de actos administrativos de carácter general. Pero, este blindaje constitucional respecto de los actos administrativos, es el escudo perfecto para que ciertas autoridades públicas, profieran actos administrativos que lesionan la moralidad administrativa y en no pocas veces causan detrimento patrimonial público.
 
No obstante, esas mismas autoridades públicas, parece que no conocen que el artículo 93 del C.C.A., establece que: << Los actos administrativos deberán ser revocados por las mismas autoridades que los hayan expedido o por sus inmediatos superiores jerárquicos o funcionales, de oficio o a solicitud de parte, en cualquiera de los siguientes casos: 1. Cuando sea manifiesta su oposición a la Constitución Política o a la ley. 2. Cuando no estén conformes con el interés público o social, o atenten contra él. 3. Cuando con ellos se cause agravio injustificado a una persona. >>, disposición legal que no establece una mera potestad, facultativa, optativa de cumplir, sino un imperativo deber, impuesto a las autoridades públicas.
 
Ante demostraciones de ostensibles violaciones a la Constitución y la Ley y a los conceptos de “interés público o social”, contenidas en diversos actos administrativos de las autoridades públicas, el ciudadano común y corriente que peticiona su revocatoria directa, por lo general no la obtiene, siendo obligado a acudir ante la jurisdicción en demanda de nulidad y mientras tanto, dichos actos se ejecutan y producen no solo todos sus consecuencias jurídicas, sino también que en muchas ocasiones generan daños y perjuicios a los administrados, vulnerando el derecho ciudadano a participar en la gobernanza y administración del Estado.
 
En esta subversión desde la “legalidad”, llama la atención el INFORME “Sistema de Ciudades” del Banco Mundial y el Departamento Nacional de Planeación de Colombia, en el cual se sostiene: <<Existe una desarticulación entre los Planes de Ordenamiento Territorial (POT) y los Planes de desarrollo, que son mecanismos sectoriales.>> <<Mientras que los primeros están diseñados para administrar inversio­nes y regular territorios a mediano y largo plazo, los últimos se centran en el corto plazo y responden a períodos electorales y a la agenda de cada mandatario. No existe un mecanismo legal que obligue a estos instrumen­tos a coordinarse. El resultado de la descoordinación entre ambos instru­mentos desacelera los procesos de desarrollo económico y, en especial, cambia constantemente las direccio­nes del desarrollo urbano.>>
 
A pesar de lo anterior, he sostenido que entre los P.O.T. y los PLANES DE DESARROLLO, sí existe una perfecta articulación, en la mayoría de las veces subversiva, como en la relación de que el P.O.T. es a los PLANES DESARROLLO, lo que la gran VACA LECHERA PÚBLICA, es a una GRAN RUEDA OFICIAL de NEGOCIOS PRIVADOS, a través de la cual se realiza su ordeño. Y lo confirma el mismo estudio del BM-DNP al afirmar respecto del P.O.T., que: <<Mientras que los primeros están diseñados para administrar inversio­nes y regular territorios a mediano y largo plazo los últimos se centran en el corto plazo y responden a períodos electorales y a la agenda de cada mandatario.>>(Negrillas fuera de texto), conclusiones que dan solidez a la síntesis lograda y expuesta en otros artículos, referente a que muchas de las entidades territoriales municipales, sobre todo grandes ciudades, en lo que respecta a sus áreas urbanas, no sólo han perdido su SUELO URBANO, sino que han empezado a PERDER su TERRITORIO, lo que constituye un puntual referente para el estudio de la subversión (corrupción público-privada) y la alta inseguridad, de todo orden y nivel que nos corroe como sociedad y que no es exclusiva de Colombia y que se vincula esencialmente con la economía de mercado global, que sólo reclama a nivel de cada Estado, seguridad jurídica, pues los demás frentes de la seguridad, han sido costeados a través de la gerencia del riesgo de las inversiones, a lo cual viene bien citar nuevamente a B. de Speville, cuando admite que: “No siempre se ha considerado la corrupción algo malo. Hasta hace relativamente poco, ciertos economistas respetables decían que en términos económicos, la corrupción podría ser una cosa buena. Apenas desde hace unos quince años el mundo comenzó a reconocer el poder destructivo del fenómeno que llamamos corrupción” y agrega: “Incluso algunos llegaron a pensar en la corrupción como parte de su cultura, como un estado de cosas imposible de cambiar”
 
Frente a algunas decisiones de autoridades locales y ante la negativa de la revocatoria directa de algunos actos administrativos, donde son ostensibles las violaciones a la Constitución y a la Ley y forzados como ciudadanos a ejercer las acciones correspondientes ante la jurisdicción, solo queda esperar que los Jueces y Tribunales que de ellas conocen, procedan con rectitud y desde la comprensión  de que el DERECHO, ni empieza, ni se agota en el texto legal y menos se deja reducir o comprimir en los exóticos empaquetamientos ecuacionales, de los “expertos” en sus  “estudios técnicos”, casi siempre elaborados “sobre pedido.”

 

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domingo, 22 de julio de 2012

¿Qué le pasa a la democracia? (Parte I)

Por: Nelson Hurtado Obando.


En anterior artículo me referí a nuestra parte oscura, en el contexto de los indignados, en lo que constituye la indignación irreflexiva.

En una de sus obras, K. Popper sintetiza que la televisión le hace mucho daño a la democracia, algo así como que es su sepulturera. Una tesis, además de ambiciosa, arriesgada, pero no para Popper, ni para la realidad de la democracia en los EE.UU. y sobre todo en los países de Latinoamérica.

Fortaleza de la democracia en los EE.UU., es haber fundado la nación, sobre el debate público y este a su vez y fundamentalmente, sobre la razón, la lógica, la discusión, el conocimiento y sobre la libre circulación de la información.

Es el Ethos público, si se quiere, el mismo del foro romano o del ágora ateniense.

“La razón, la fría, calculadora y desapasionada razón, debe aportar todos los materiales de nuestro futuro apoyo y defensa. Ojalá dichos materiales se integren en la inteligencia colectiva, la sólida moralidad y, en particular, en el respeto a la Constitución y las leyes.”, dijo A. Lincoln.

Recientemente, he repetido a un joven Senador amigo, miembro de la dirección de mi partido y a algunos otros copartidarios prestantes, que es la hora de que el Partido se la juegue por la reconquista de la Plaza Pública y este anhelo y esta preocupación, surgen en primer lugar, de una configuración cultural personal, dispuesta para el foro, para el debate abierto, público, civilizado y civilizador, creativo y en tanto me encuentro rodeado de soledad y silencio, en medio del bullicio de la turba.

Preocupado, bastante preocupado, por esa metamorfosis que se ha cumplido en “mi otro yo”, -mi verdadero yo-, como paso secuencial del hombre político, de un individualismo exacerbado, hasta el actual estadio de individuo-en solitario, que preside todo el devenir histórico de la actual conformación de la sociedad, he retomado el discurso de un gobernante, en el cual y en medio de su retórica insulsa y simplista, tres cosas me llamaron poderosamente la atención: la primera, que en su discurso de posesión, mencionó el verbo “construir” y sus varias conjugaciones, en un total de 55 veces; la segunda, su autoafirmación de ser matemático y su agregado de “Nosotros resolvemos problemas, por supuesto les está hablando un matemático” y la tercera: es que en ese mismo discurso de posesión, advirtió que durante su gobierno, “No será el fin el que justifique los medios, serán los medios los que justifiquen el fin.”

¡El auditorio rompió en aplausos!

Todo transcurrió de manera intrascendente, nadie reparó que por la primera circunstancia, se había develado el lado “privado” del hombre público que se posesionaba como gobernador; aunque afirmaba ser matemático de profesión, su procedencia económica, era de una familia de industriales de la construcción de vivienda y centros comerciales, en suelos urbanos, solo accesibles a altos poderes adquisitivos. Por la segunda, era como la afirmación del liderazgo para encarar los complejos problemas de la existencia y la coexistencia en la sociedad a gobernar y en la pragmática de la lógica formal, de que todo tiene solución matemática y la tercera, porque develó certeramente, su contrahechura de mero marketing político.

“No será el fin el que justifique los medios; serán los medios los que justifiquen el fin.”, no es una mera construcción retórica, ni una bonita y musicalizada hipérbole literaria y menos un simple hipérbato, de autoría de un hombre público, conformado en la matemática, en el rigorismo de la lógica formal, de las ecuaciones matemáticas y financieras y cuyo campo de práctica han sido los propios campos fértiles de su industria familiar de la construcción y no precisamente de vivienda de interés social, a la que por obvias razones, nunca apuntan los constructores privados, excepto cuando la subsidia el Estado o se desarrolla a través de las llamadas “alianzas público privadas” o a través de los llamados “planes parciales” o de “renovación urbana”.

Pero, no obstante, el auditorio rompió en aplausos!

Hacer el hipérbato descrito, no es nada casual, ni es producto de un estado de iluminación o de creatividad, ni fruto de ninguna pasión o emoción, súbito, espontáneo, nada de genialidad.

La sentencia del gobernante en su discurso de posesión, sí que es fruto o resultado de un proceso de “construcción”, a la que tanto Popper, como Al Gore, Marshall McLuhan, E. Bernays, se han referido a través de los tiempos y de sus escritos.

No hay duda, que en la sentencia del gobernante en su discurso de posesión, está inscrita la tesis de McLuhan, que nos dice: “En una cultura como la nuestra, con una larga tradición de fraccionar y dividir para controlar, puede ser un choque que le recuerden a uno que, operativa y prácticamente, el medio es el mensaje.” (Negrillas fuera de texto)

Lo anterior me posibilita re construir el contexto del discurso el gobernante, en el día de su posesión, en los siguientes términos:”…será el medio (que es el mensaje), el que justifique el fin”.

Y no queda duda, que nos encontramos frente a un acto comunicacional, que significa un quiebre, una fisura, una fractura, una ruptura del esquema tradicional: emisor- mensaje – medio – receptor o de inversión de la prevalencia de la materia o sustancia, sobre la forma o accidente, pero que no es nada nuevo y que por el contrario, devela, con toda certeza y claridad, que lo que ha dicho el gobernante en su discurso, en el día de posesión, es que su discurso está codificado y que es simplemente la oportunidad de su practicidad.

De otra manera, ahora menos entendemos porqué el auditorio rompió en aplausos!

Rompió en aplausos, no porque todos los allí presentes dispusieran de decodificadores naturales de discursos de políticos; mucho menos, porque hubieran realizado el proceso cognitivo de la comprensión, mucho menos porque todos los allí presentes fueran matemáticos y además constructores.

¿Qué es lo que hizo romper al auditorio en aplausos?

Desde la postulación de McLuhan, de que “El medio es el mensaje”, se empieza a develar que el mensaje como tal, es un acto del proceso comunicacional, que evidentemente, no es el contenido del discurso, en tanto el contenido del discurso es la parte de un proceso congnitivo, de pensamiento “..que, en si, es no verbal.”

Desde lo antecedente, es destacable además, que el lenguaje corporal del gobernante en su discurso de posesión, además de frío e inexpresivo, llano, plano, repitió ademanes incoherentes, sonrisas plásticas, -que nos recuerdan el origen animal y violento de la sonrisa- , en todo caso fuera del contexto del discurso: miradas perdidas, manos en actitud frágil y de repetido y simétrico movimiento, que dejan la sensación respecto o a que la pieza oratoria no la escribió y se la escribieron o que a pesar de haberla escrito, no está convencido de su contenido, como acto de pensamiento, no verbal, desde lo cual, el hipérbato que construyó sobre la frase atribuida a Maquiavelo, podría develar o que: conoce a profundidad toda la teoría del conocimiento comunicacional y sus implicancias sicológicas, sociológicas y políticas o que efectivamente es una figura pública política, contrahecha, que le resulta bastante incómoda, desde el mero marketing político, y en referencia a su inocultable arrogancia personal, como que es el único bueno, el único honrado, el único transparente, el único conformado para dirigirnos, la nueva forma de hacer política, el único que no permitirá que se pierda un peso, el único que podrá hacer la feria de la transparencia, el único que pondrá a salvo la “dignidad del espíritu humano”.

Suficiente ilustración, por lo cual dejo de lado al gobernante de marras, que tiene bastante simetría con el ex presidente G.W. Bush y en relación con la democracia americana y puntualmente con las respuestas de su gobierno, al atentado S-11, derivados en la guerra contra Irak y el ahorcamiento de Sadam Hussein y que solo después de perdida la guerra contra Irak, encontró en Osama Bin Laden y su grupo de Al-Qaeda, al monstruoso responsable. No olvidar que G.W. Bush, no es constructor, pero sí industrial petrolero.

¿Qué es lo que hay de común entre G.W. Bush y nuestros gobernantes criollos y tropicales?

Que todos saben a la perfección que: “el medio es el mensaje.”

Noam Chomsky nos ha dicho que: «La manipulación consciente e inteligente de los hábitos y opiniones organizados de las masas es un elemento de importancia en la sociedad democrática. Quienes manipulan este mecanismo oculto de la sociedad constituyen el gobierno invisible que detenta el verdadero poder que rige el destino de nuestro país. Quienes nos gobiernan, moldean nuestras mentes, definen nuestros gustos o nos sugieren nuestras ideas son en gran medida personas de las que nunca hemos oído hablar.»

Chomsky, formula su tesis a partir de los grandes avances logrados por Edward Bernays, el “padre de las relaciones públicas”, quien logró que en 1920, en plena Fifth Avenue, de New York, las mujeres americanas y por primera vez, empezaran a fumar, al reunir a un grupo de ellas, en actitud de protesta y de exigencia de sus derechos y libertades, las cuales, al llegar la prensa y sus fotógrafos y quizás algún medio radial, encendieron todas, públicamente, sus cigarrillos, a los que denominaron “antorchas de libertad.”

Ya lo había referido en otro escrito, que en Latinoamérica, luchando contra el comunismo, por aquello de que si: "Bajo el capitalismo, el hombre explota al hombre. Bajo el comunismo, es justo lo contrario", el nuevo orden económico y político mundial, si bien abrió las puertas al advenimiento de los Estados Sociales de Derecho, no es menos cierto, que en ellos, se ha apoltronado y tomado cómodo asiento, electoralmente, la comunista “dictadura del proletariado”, a través de la cual, “…la sociedad constituyen el gobierno invisible que detenta el verdadero poder que rige el destino de nuestro país.”, como lo ha señalado Chomsky.

Y esto ha podido ocurrir, en parte a los descubrimientos de E. Bernays, quien dicho de paso era pariente de S. Freud y de la manera como lo han estudiado y descrito McLuhan, Popper, Chomsky, Al Gore, etc.

Fundamentalmente, nuestras pálidas democracias, funcionan actualmente desde el principio de que: “El medio es el mensaje”. Lo demás, es trabajo de Marketing político, que hace posible que los ciudadanos resultemos votando y eligiendo personas y a veces, escasas, por ideas, sobre “…las que nunca hemos oído hablar.”


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domingo, 8 de julio de 2012

¡A ALEJANDRA ASCA..ris!


Por: Nelson Hurtado O.


Confieso hoy, que sentía por Usted, respetada dama, una doble admiración: por mujer y por humorista inteligente.

Más esa admiración, fue descendiendo poco a poco, por la facilidad que desde el respaldo de una cámara de televisión y de un pulpo informativo como RCN, usted se fue convirtiendo en juez de lo humano y de lo divino, en la fruslería de “Colombia tiene talento”, hasta tal punto de saltarse la tenue línea de la dignidad humana y si se quiere de la caridad cristiana, para hacer de los defectos o de la simplicidad de algunos seres humanos, verdaderos reproches.

Más su columna de hoy, realmente me conmueve y me asombra.

Tanto me asombra, que creo que con todo y el descenso de mi admiración por usted, que la misma sí fue escrita por la verdadera ALEJANDRA, la que habita en sus profundidades, no del alma, porque no tiene, sino más bien entre los jugos gástricos y el intestino delgado, porque del grueso también carece y por eso más bien creo que su verdadero nomen entre la especie, es el de ALEJANDRA ASCA..RIS (áscaris lumbricoides).

A esta conclusión parcial llego, -para su conocimiento- desde las siguientes circunstancias: macho, hombre, heterosexual, papá y abogado.

Desde esta perspectiva, usted tiene razón en muchas cosas, por ejemplo: las mujeres gorditas, poco hacen parte de la “fuerza de ventas”, de una sociedad, que sabe que destacarse en la farándula, no es cuestión de inteligencia, ni de muchos merecimientos, sino de buenas palancas y de especial adiestramiento para repetir como loras y con actitud convincente, información que no digieren.

Así mismo, usted debe tener mucha razón, desde “el que se las imagina, es porque las hace” y máxime cuando ya se sabe que usted tuvo problemas de obesidad y en el sentido de que las mujeres gorditas, además de fáciles presa para la cama, son además indescriptibles haciendo el amor. Creo que ahora, usted al contrario, no se siente amada!

Igualmente tiene razón, las gorditas se ponen no lo que quieren, sino lo que les vende una sociedad de “vacas flacas”, flacas de ética, flacas de moral, flacas de solidaridad, flacas de respeto por si, flacas de respeto por el otro, flacas de frenos en el corazón y en la lengua y quién sabe dónde más…pero gordas de billetera, de chequera, de jeans de marca, de modistos famosos, de polvos y set de televisión….y en el ocaso de juventud y belleza tan pasajera…desean por fin ser MUJERES, en el milagro de la maternidad, que seguro les traerá frutos flacos de alma o de cuerpo, porque la imperfección es la certeza, de que la perfección no existe.

Hace muchos años aprendí un saludo oriental, que día al encontrarme con alguna persona, desde mi alma musito: “Sólo por hoy, la divinidad que hay en mí, saluda a la divinidad que hay en ti”.

Pero usted, en su expulsión lumbricoidea, incluso se saltó barreras que ni siquiera el “sexismo” más recalcitrante se ha saltado, usted discrimina, aparta y excluye a las gorditas y va más lejos, se mofa, se burla, las ridiculiza.

Y en esa, su expulsión lumbricoidea, pensé que su second nomen, no era AZCÁRATE, sino DESCÁRATE, pero un efluvio divino, me llevó a encontrar la raíz etimológica del mismo, en el molesto bicho del ASCARIS LUMBRICOIDE, que hace que quien lo padece, sufra de: “Dolor de estómago, de tanto reírse y mofarse de los “defectos” de los demás; Expulsión de lombrices por la boca o la nariz, que recoge en su articulejo; presencia de lombrices en las heces, que es su “humor”, porque ahora entiendo que su misión no es hacer reír, alegrando la vida de sus semejantes, sino ridiculizar y mofarse.

En usted no cabe, que la obesidad, más que un problema de salud pública, es la concreción del desorden que la sifilización actual, ha introducido en la “casa de la humanidad”, que ha modificado los hábitos alimenticios de todos los seres vivos y con hondas repercusiones en el metabolismo y la genética.

¿Por qué no elige vivir en Kenya o en otros países, donde las NIÑAS no son GORDITAS, sino FLACAS, pero por el hambre que recorre al mundo? ¿Acaso su articulejo, no es una apología de la anorexia y la bulimia? O ¿Acaso será el preámbulo publicitario de un nuevo “revertex mejorado” y aprobado por el Invima?

Finalmente, le agradezco por darme la oportunidad de reafirmar, que tengo dos hijas perfectas, no han sido obesas, sí gorditas, llenitas, a las que con todo el amor les hemos entregado el fruto de nuestro trabajo, sólo han pasado por un solo cirujano a intervención de estómago, no por ninguna cirugía estética; a las que en su cumpleaños, mamá y papá, les hemos brindado viajes por otras culturas, en vez de tetas y liposucciones y que gracias a Dios, desde muy tiernas, ellas mismas se encontraron perfectas y desde siempre supieron que eran dos milagros de la vida, del amor y sobre todo CREATURAS hechas a la imagen y semejanza de Dios.

No basta señorita ASCA--ris lumbricoidea, pedir “perdón” por los medios en los que usted nada a la perfección, se trata de comprender que existir es coexistir y que en Bogotá existe una fundación, que creo que se llama “Gorditos de corazón”, donde bien podría tomar el purgante que le hace falta a su indolente existencia.

¡INDIGNADOS: nuestra parte oscura!


Por: Nelson Hurtado Obando.


“Enojo, ira, enfado vehemente contra una persona o contra sus actos”, es lo que, desde el diccionario, más nos acerca a la sociología del movimiento “INDIGNADOS”. INDIGNADOS hemos estado desde muchos estancos de nuestra historia, hasta los presentes días, solo que ahora la indignación ha encontrado canales de circulación más expeditos, pudiendo llenar todos los espacios de la esponja social, en tiempo real.

Como con el agua, -al decir de los ingenieros-, con la indignación no se pelea, se negocia y eso es lo que hemos visto que ha ocurrido en todas partes del mundo y recientemente en Colombia.

Pero si bien, los motivos o causas de INDIGNACIÓN, que nos determinan a los INDIGNADOS a asumir alguna posición, encuentran en la nobleza del bien común agraviado, su detonante, no es menos cierto que por noble y racionalmente probable y justificable que la INDIGNACIÓN SEA, ella, en y para sus efectos causales, no tiene canales racionalmente probados, por los cuales pueda circular sistémicamente, como VALOR SOCIAL.

De esta manera, la INDIGNACIÓN, como valor social y además legítimo y potencialmente legitimador, empieza a mostrar su parte oscura o lo que es la indignación irreflexiva, que finalmente es la contención o el dique y la negación de la nobleza de sus causas determinantes, para serenarla y re conducirla, por cauces o canales artificiales.

Así, la INDIGNACIÓN tiene una existencia efímera.

Pero es que además, la INDIGNACIÓN, ya como valor social, democrático, como causa común, serena, aquietada en medio de la tempestad, empieza su discurrir racional, ni siquiera desde las cuestiones acerca de qué, quién, cómo o dónde la ha originado, sino desde la respuesta de tener hallado, casi de manera pre determinada, un escenario del mal y uno o unos culpables.

Y el lado oscuro de la indignación, la indignación irreflexiva, cumple su rol, de tal modo que la indignación deja de ser: “Enojo, ira, enfado vehemente contra una persona o contra sus actos”, para convertirse en discurso, en retórica y en juicio, respecto del hallado o construido culpable y hasta aquí, aún no habría maleficencia, predicable respecto de sus causas nobles.

Pero como estamos hablando de valor social, de una sociedad interdependiente e intersubjetiva y por lo tanto de existencia de fuerzas sociales y considerando que la indignación sea así como una fuerza social de reacción, deviene no solo canalizada, sino capitalizada políticamente, no desde CAUSAS y BANDERAS, sino desde la lectura o notificación del juicio al que ya fue construido y hallado culpable, lo que facilita la solidarización, -no la solidaridad- y la cohesión del aglomerado, -no su coherencia-, lo que deviene útil, desde el hacer innecesarios el pegamento ideológico y las escalas axiológicas y deontológicas, en tanto todo lo justifica y se justifica en el culpable, desde lo cual podría tener cierta corrección política la expresión de un gobernador, que ha dicho que en su gobierno, “no será el fin, el que justifique los medios, sino que serán los medios los que justifiquen el fin.”

Así, el aglomerado, sin ninguna clase de pegamento, mantendrá cohesión, estará reunido, pero no tendrá coherencia, por lo que su existencia termina con la capitalización política, que por lo general es un reclutamiento espontáneo y masivo de adeptos, pero no de afinidades ideológicas, doctrinales, programáticas, axiológicas, ni deontológicas; transitorios, en tanto no hay tampoco principialística que oriente y guie; esa parte oscura o indignación irreflexiva, es descubierta y capitalizada a su vez, por otros grupos a través de personajes o caudillos, cuyo discurso es referente diacrónico, en tanto se cumple aquello que nos informa que: “en política, no todo lo que se piensa y se siente, se dice y tampoco todo lo que se dice, es lo que se piensa y se siente”.

A la capitalización política de la indignación irreflexiva, le basta, quien haga remembranza de la nobleza de la indignación, de la justicia y racionalidad de las causas detonantes, de la referencia constante al bien común, las cuales finalmente resultan sacrificadas por lo general en la piedra de ara, del culto a los personalismos y a las individualidades del caudillo, no escogido, no elegido, no producto del consenso, sino de la concomitancia de circunstancias y tan solo por el hecho de estar allí, a la hora justa y en el lugar adecuado. El caudillo sabe bien, que la indignación irreflexiva, se deja seducir y no hay mejor manera de lograrlo, que decirle y repetirle lo que quiere oír, (J. Goebbels. N. Chomsky), pero de modo trascendente, de tal modo que la indignación irreflexiva, pueda ser vestida como el “común acuerdo”, la “feliz coincidencia”, desde el unanimismo o creencia, en que todo el mundo está pensando, sintiendo y diciendo lo mismo: ese es el enemigo, esa es la causa del mal, no importa que sea uno o muchos; el construido y hallado culpable, será la sumatoria de todos los culpables y de todos los males, lo que permite consolidar un discurso de un único frente de batalla.

Pero lo grave del unanimismo, en que finalmente se transforma la indignación irreflexiva, no es la carencia de pegamento ideológico, sino el uso de un aglutinante perverso, discursivamente inodoro, insaboro e incoloro, en tanto está como legitimado, pero que es subyacente, subterráneo, que es el odio, puro odio, pasional y que se expresa o materializa en la magnificación del desacierto del otro, del error del otro, del hacer o no hacer del otro, del decir o no decir del otro, en el plano de referencia de lo que el caudillo dirá o diría, de lo que hará o haría o desde lo que dijo o lo que hizo, a lo cual se le va denominado programa, plan o estrategia, para la restauración, la salvaguarda del bien común……y todo lo que a ello se quiera pegar, como la democracia, la institucionalidad, la seguridad, la paz, la justicia, etc., sin que importen los tiempos y los espacios y los estancos históricos superados.

Desde la indignación irreflexiva, como subproducto de baja calidad de la INDIGNACIÓN, los INDIGNADOS, pueden ser conducidos dócilmente, por la alta maleabilidad que tiene el aglomerado, desde la inconsistencia en su proceso formativo, pero de manera especial, por la incoherencia de que carece, desde lo cual, las supuestas “causas comunes” que les aglomera o mantiene reunidos, -no unidos-, dan lugar a la desaglomeración, cuando los derechos y más los intereses personales, particulares o privados de los adeptos, no negados, no desconocidos retóricamente, no encuentran realización práctica en escenarios de libertad frente al temor y de libertad frente a la necesidad,

Mientras la INDIGNACION primera, como valor social y democrático, se apaga, -y bien que así ocurra cumplidos sus fines-, su lado oscuro o indignación irreflexiva, se consolida, se proyecta, se retroalimenta, se engorda, desde el “todo vale”, -compendio perfecto de Goebbeles-, y actúa, supuestamente encauzada en el contexto democrático, a través de movimientos u organizaciones, con apariencia de organización político – partidista, sin principios, sin doctrina, sin idearios, sin filosofía, sin programas, en tanto les basta mantener encendido el fuego pasional, a lo que es buena sustancia combustible, el pegamento del aglomerado.

Pareciera que las sociedades hayan iniciado un camino de regreso, a estadios o estancos históricos ya superados y que la parte oscura de los INDIGNADOS y de la INDIGNACIÓN, legítima y legitimadora, su parte de indignación irreflexiva, esté abriendo el camino a lo que en la historia se conoce como la “crispación política” , que en cada contexto pareciera espontánea, pero que no es más que reacción a cualquier estímulo, polarizante y altamente comburente. Desde M. Duverger, pasando por Tocqueville y hasta llegar a los más modernos politólogos, la sociedad humana ha podido reconocer y aprehender que los Partidos Políticos, como organizaciones institucionales, son inmanentes a la construcción, vigencia, permanencia y estabilidad de la democracia, como expresión de la madurez de la civilidad y que los escenarios verdaderamente democráticos, más que en el consenso, están fundados sobre la comunión, a cuya formación para nada es útil la indignación irreflexiva; al punto tómese -como muestra de estudio, como objeto de estudio-, cualquier discurso y en cualquier país y nótese que el discurso político, es además de ambiguo, ambivalente, tanto desde lo lingüístico, lo político, como desde lo sicológico, por lo cual indistintamente podrá ser como una especie de “cuenta de cobro” y subsiguientemente un “programa de gobierno” o ser una profunda declaración de pasión, emoción o sentimiento patriótico, como una declaración de guerra, dado que la indignación irreflexiva, finalmente es como una puerta, a través de la cual se pasa del amor al odio y viceversa y sin ninguna dificultad.

La INDIGNACIÓN primigenia, la reacción primaria, legítima y legitimante, ha quedado atrás, los INDIGNADOS primigenios, han desaparecido en el aglomerado que es la indignación irreflexiva, que no es más que reunión, -no comunión-, incluso de intereses en conflicto, que subsisten, latentes y que podrían llegar a imponerse, a la noción misma de la “causa común” que la aglomera.

La indignación irreflexiva, es pues, más emocional que racional, es como arena movediza, desde la cual, obtiene cierto movimiento pendular, que provee la energía suficiente al marketing político, pero que no es en definitiva construcción de civilidad, ni de democracia, pues no abandona el contexto, al decir de Chomsky: ”problema-reacción-solución” , que es en definitiva una articulación, diría que algorítmica, que para efectos de la política en su relación sustancial con la democracia y la vida institucional, no provee información sobre previsibilidad y control de consecuencias y hechos no deseables.

La gobernanza del Estado Democrático, no es pues cuestión de meros sentimientos, emociones y pasiones exacerbadas.


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lunes, 2 de julio de 2012

¿Dónde nace la DEMOCRACIA?

Por: Nelson Hurtado Obando.



Ya sé. Hoy me sobrarán tweets; unos me meterán el dedo en el alma, por miignorancia, otros más decentes me indicarán que, Atenas, Grecia, que los filósofos Sócrates, Platón, Aristóteles, etc.

Pero agradecido de todos por igual, insistiré en mi pregunta: ¿Dónde nace la democracia?

Hoy, un poco nostálgico, han vuelto a mi memoria, quizás motivados por hechos recientes del acontecer nacional, dos temas musicales, que son apenas cadáveres insepultos, víctimas de la sifilización actual, en que nos ha correspondido vegetar. Esos temas son: “Los Libros” y “Las Acacias”.

Por el primero, es mucha la diferencia con la civilización que alguna vez pudo existir en la tierra, en la obra clásica musical colombiana, de manera clara cuestionaba: ¿”Para qué los libros, para que Dios mío, si este amargo libro de la vida enseña, que el hombre es un pobre pedazo de leña…?” Hay en el tema, cuestionamiento, búsqueda, encuentros y desencuentros, pero allí, jamás hubo un: ¡Para queeé los libros!

El otro tema musical, tiene arranque funeral y nos enseña que, “Ya no VIVE nadie en ella…”, y a esta altura vuelvo y pregunto: ¿Dónde nace la democracia?

No ha de ser en el corazón humano, pues que si así fuera, la democracia no habría existido y más bien siento la tendencia a pensar, que nace, no de la naturaleza social del hombre, -me perdonan las distinguidas damas, ahí quedan incluidas con honores-, sino más bien de la tendencia de la especie, a la dominación: dominante-dominado y más por la coacción de sentirse libre de la necesidad y libre del temor, catapultas actuales del nuevo paradigma en materia de Seguridad Humana.

En esta manera de rayar la normalidad y lo convencional, siento y pienso que la democracia, al menos en Colombia, es una creatura expósita, que no tuvo dónde nacer, crecer y reproducirse, al menos en la época actual y esa situación es explicable, desde el segundo tema musical que refiero al inicio, porque, es que definitivamente, “Ya no VIVE nadie en ella…”

Y ¿quién es “ella”? La casa, pero en su existencia vital trascendente, “ella”, en simbiósis cósmica inexpugnable, es también “él”, el hogar, el lar, el tiempo y el espacio de la lumbre, de la luz, del calor que calienta y quema, pero también del calor que alienta y vivifica, pero también del fuego, que sin flamear funde y purifica y consolida en sus crisoles el dolor de la humanidad, porque esa es la historia de la humanidad, la historia del dolor. Puede decirse entonces que: “Ya no vive nadie en ELLA”, pero también que: “Ya no vive nadie en ÉL” , y apenas al tiempo moderno, “Ella no vive en, ni con Él” y “Él no vive en, ni con Ella”, ni ellas con ellas, (también en el mismo sentido y de manera contraria), porque “…sus puertas se cerraron para siempre, se cerraron para siempre sus ventanas…” y es que nada puede explicar, al menos dentro de la racionalidad de que nos ufanamos, que en los últimos días abunden las noticias de agresiones por parte de padres, padrastros, novios, cónyuges, compañeros permanentes entre sí, con un único resultado: muerte y lesiones, pero más allá de lo que es execrable, nos muestra la terrible enfermedad que aqueja al amor y que cobró la vida de “Ella”, la casa y de “Él”, el hogar y con ellos, la de “ellas y ellos” que allí vegetaron.

Alguna vez le refería a mis alumnos en la facultad de Derecho, que a pesar de los grandes avances científicos, tecnológicos y técnicos, yo sentía angustia existencial, por que no había podido resolver un problema, sencillo, -no soy matemático, según un gobernante, ellos son los que resuelven los problemas-, el dar respuesta al ¿Porqué muchos hombres de hoy, a pesar de tener papá y mamá, de vivir juntos en el mismo apartamento, de “vivir bien”, son como doble hp´s? Todos soltaron la carcajada y decían, ¿cómo así profe? Explique! Sencillo, solo hay algo que me acerca a la respuesta, aunque no me satisface del todo y espero que ninguno de ustedes, mis alumnos se encuentre en esa situación, miren, simple: hoy, una inmensa mayoría de niños, jóvenes, viejos, son unos doble hp´s, porque desafortunadamente no tuvieron, ni PAPÁ, ni MAMÁ, no tuvieron la CASA (ella), no tuvieron el HOGAR (él), aunque sí un lujoso apartamento; ella (la mamá) confió el despachar temprano de los niños al “parquadero de niños” a la señora que le “sirve” en el apartamento, la misma que los recibe para hacerles el “cambio de aceite” cuando regresen, mientra Ella lleva tres horas en el gim o en el spa y luego se dirige al centro comercial y en la tarde irá al cassino o a tomar el té con unas amigas; Él, el proveedor, hace varios meses está fuera del país o en la finca, aunque no se le extraña por que hablan y se ven por “skype” o por “tango desde el iphone” y sobre todo porque Él, está pendiente de su cónyuge y de sus hijos: “Nunca falla con el cheque a pesar de los lejos que esté”.

El segundo tema musical, ya es una nueva onda o un nuevo género musical urbano, así: “pa´queeeé los libros”, mire, pelao, uy zonas “ay”, la cosa no es por “ay”, póngase a camellar que “ay” que darle la casa a la cucha y “ay” que ayudarle a la Carmenza pa´que eduque el hijo del “vítor”, esa era un papá, responsable, lástima que en esa “vuelta”, esos pirobos…

Pero es que dijo CONFUCIO: “Si falla el lenguaje lo que se dice no es lo que se piensa. Si lo que se dice no es lo que se piensa, entonces las obras no llegan a realizarse. Si las obras no llegan a realizarse entonces no florecen la moral y el arte y si no florecen la moral y el arte entonces se desvía la justicia y si la justicia se desvía entonces todo el país anda a la deriva” y más recientemente, en una re actualización profunda, aunque parezca risible, una Reina de Belleza, ha dicho con toda propiedad que Confucio fue un chino-japonés, muy “antuiguo” que inventó la CONFUSION y nadie le ha parado bolas!

Tan importante se ha vuelto el género musical urbano de “pa´queeé los libros”, que hasta Simón Gaviria, presidente de la Cámara de Representantes y con patente de “corzo”, recientemente ha dicho algo así como:”qué perezaaaa leeeerrr, si además en Colombia vivimos cantando, pa´queeé los libros”

A lo anterior sumamos que en los “parqueaderos de inquietos y traviesos”, sean públicos o privados, bilingües o no, desde hace muchos años, el verbo se ha hecho carne, en las palabras de Don José María Gil Robles, que nos dijo, algo así como que: hay quienes enseñan en contra de la verdad y en contra del Estado.

Y, si los “parqueaderos de inquietos y traviesos” y las academias y las universidades, siguen forjando “saberes expertos”, desde un modelo educacional formativo para el HACER, para poder SER, (Teoría de la reificación), desde el modelo de “formación por competencias”, y no vuelve a replantear los términos de la ecuación, integral, humanista, holística, en coexistencia, no en competencia, mucho más doloroso será nuevamente el camino que deberá recorrer la humanidad. Creo en los beneficios de la tecnología como ciencia aplicada, en sus inventos técnicos, pero no creo en su poder liberador, de cara a la generación de libertad frente a la necesidad y libertad frente al temor, no al menos en el actual momento y menos desde el afán de plantar el sistema educativo, como una uniformidad para el mercado laboral, para la productividad, para la competitividad, desde la premisa imprecisa que anuncia, que es en el mercado, per se, el que mantiene ese poder liberador. Creo que el uso de las tecnologías y en especial de las TIC´s, en el sistema educativo y en la penetración en los apartamentos y en cada uno de los que en ellos residen, ha generado unos nuevos estilos de vida, como la supresión de la verdadera interactuación entre seres humanos, que empieza por el mirarnos a los ojos y reconocernos en el otro, donde la ficción y la virtualidad se imponen sobre la realidad, permeando todas las áreas de la existencia, en cuya interrelación queda suprimido, quizás, el acto más trascendente de la naturaleza humana: la coexistencia.

A través de las TIC´s, podrán promoverse y frente a las tragedias, la solidaridad de supermercado, con sus “kits oficiales de donación”, pero no se realiza la solidaridad humana y menos que se haga desde el reconocimiento de la dignidad humana.

Como de hecho ya sucede, se disuelve la comunidad y se fortalece el colectivo, desaparece la coherencia y surge la cohesión social, desde las cuales incluso se suprime el discurso y el debate sobre lo cuotidiano, para dar paso fundamental a la imagen y al eslogan, en opuesta contradicción con las causas y fines de la utilidad pública o el interés general, permitiendo el auge de modernos caudillismos y nacionalismos y brotes de xenofobia, racismo, en fin especies de modernas tiranías, en las que las Constituciones viene a ser como un libro de bolsillo, que puede subrayarse, enmendarse, re interpretarse al antojo.

Sin verdaderos hogares, así se construyan miles de casas, pero “sin padres”; con escuelas, con aulas interactivas, pero acoexistenciales; con profesores, pero sin maestros; con un colectivo de formados por competencias, rellenos de saberes expertos, privilegiados para el HACER, no para el SER y el SABER, la competencia entre individuos-solitarios, será salvaje; la conducción y administración del Estado, será cuestión de tecnócratas; el contacto inicial entre postulantes a dirigentes y autoridades y posteriormente, será esencialmente mediático y la comunicación, como proceso, entre gobernantes y administrados, preponderantemente será unidireccional, donde los administrados están limitados a preguntar y obligados a recibir las respuestas de “fundamentación técnica”.

La democracia, no es entonces mera cuestión política, mero asunto de políticos, de gobierno, de empleados públicos.

Espero entonces que hayan quedado algunos hitos para intentar dar respuesta a la pregunta que titula esta opinión.


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lunes, 25 de junio de 2012


REFORMA A LA JUSTICIA: EL PODER DE UN PUNTO (.)
Por: Nelson Hurtado Obando


Sin pasar la indignación suscitada por la “reforma a la justicia”, aprobada como Acto Legislativo, reformatorio de la Constitución, (abrogación digo yo, holísticamente), se impone el deber y más la obligación de pensar con cabeza fría.
No pocos políticos, ya se han apropiado la vocería de liderar convocatorias a ASAMBLEA NACIONAL CONSTITUEYNTE y a REFERENDO y se ha hecho con mucha pasión, antes que con la suficiente y responsable reflexión que la coyuntura histórica demanda. Y se ha hecho un salpicón, con todo, incluida la inédita experiencia, de los “niños verdes” de las FARC, no conocida en la historia de la inhumanidad del ser humano!

Me llamó mucho la atención, el Señor Ex presidente Alvaro Uribe Vélez, en su Twitter, en el cual trinó lo siguiente:

“@AlvaroUribeVel #ConstituyenteYa para reformar la justicia (NO para buscar reelección mía)” (Negrilla y subraya fuera de texto)

No dudo que realmente el Dr. Alvaro Uribe Vélez, haya oteado el camino de la constituyente, como salida legítima al entuerto desestabilizador y generador de ingobernabilidad y de incredulidad y desconfianza institucional, que ha producido la llamada “reforma a la justicia”, misma que involucra a las tres ramas del poder público: Ejecutiva, Legislativa y más maltrechamente a la Rama Judicial.

No dudo, que el Señor Ex presidente Uribe, sea fiel al texto de su trino: “…(No para buscar reelección mía)”.

Puede ser que bajo la anterior premisa, así se convoque a la Asamblea Nacional Constituyente.

Y aquí es donde los Colombianos requerimos de actuar con suma prudencia, por las siguientes razones:

La fundamental, la ASAMBLEA NACIONAL CONSTITUYENTE, así se CONVOQUE y se REÚNA, para introducir una REFORMA a la CONSTITUCIÓN, detenta en su seno el PODER CONSTITUYENTE y detentar el PODER CONSTITUYENTE, ni más ni menos significa que bien puede auto regularse y limitarse a introducir solo la “reforma a la justicia” o derogar el acto legislativo que ha merecido el repudio del pueblo colombiano, o también puede asumir otras reformas de la Constitución entre las cuales, podría estar la de colocar un punto al trino del Ex presidente Uribe así:

(NO. para buscar reelección mía)” (Negrilla y subraya fuera de texto)

Qué bien podría ocurrir, reelección, que también podría ocurrir, respecto de cualquiera otro que llegare a instalarse en la Casa de Nariño, porque introducida la reelección, ¡la misma es impersonal y ampararía a cualquiera!

Pero además, la ASAMBLEA NACIONAL CONSTITUYENTE, podría abandonar toda la inicial tarea de REFORMA y cumplir el más desacertado, pero legítimo rol de PROMULGAR una NUEVA CONSTITUCIÓN y esto sí sería la “hecatombe” a que alguna vez se refirió el ex presidente Uribe, por razones simples: hemos gastado 20 años en implementar y desarrollar la Constitución de 1991, se han invertido enormes cantidades de dinero en su desarrollo y consolidación institucional y programática y aún falta mucho camino por recorrer, además que sería abrir la puerta trasera, para que ingresen las fuerzas oscuras que mantienen “secuestrado
al Estado” y aterrorizada a toda la comunidad de gentes buenas de Colombia, que es la que ha pagado los platos rotos, sin distingos de ninguna naturaleza, en tanto hay ciudadanos buenos conservadores, liberales, de las extremas, ricos y pobres, que vivimos bajo el mismo cielo de la Patria.
¡Todo conspira a que a través de la CONSTITUYENTE, nos resulte más mala la cura, que la enfermedad, amén de la existencia de los "enemigos" de la Constitución de 1991!

Como ejercicio académico, ante la complejidad del hecho propiciado por las tres ramas del poder público colombiano, es la misma Constitución de 1991, la que señala los rumbos para salir de la dificultad.

No comparto la tesis del Dr. Armando Novoa, ni de otros eminentes abogados que al respecto se han expresado, considerando que son procedentes las “objeciones” que aspira a presentar el Dr. Santos, bajo las consideraciones de: aplicación analógica de la Constitución, por su procedencia en relación con las leyes o de “Razón de Estado”. Por la primera razón quedaría abierta la puerta a toda subjetividad interpretativa futura y por la segunda, se podrían entronizar no solo la arbitrariedad, sino la tiranía. La Constitución, es norma de normas, que apunta a la realización de sus fines, principios y valores, entre los cuales se encuentra el principio fundante de la Dignidad Humana, que a la par de otros derechos y garantías fundamentales, no pueden quedar librados al relativismo.

Así las cosas, son puntuales los artículos 377, 378, 379, 241 y 155 de la Constitución y la Ley 134 de 1994 y la Sentencia C-180 de 1994, a través de las cuales encuentra solución el conflicto que nos ocupa.

El artículo 377 de la Constitución es claro al establecer que: “Deberán someterse a REFERENDO las reformas constitucionales aprobadas por el Congreso, cuando se refieran a los derechos reconocidos en el Capítulo 1 del Título II y a sus garantías, a los procedimientos de participación popular, o al Congreso, si así lo solicita, dentro de los seis meses siguientes a la promulgación del Acto Legislativo, un cinco por ciento de los ciudadanos que integren el censo electoral. La reforma se entenderá derogada por el voto negativo de la mayoría de los sufragantes, siempre que en la votación hubiere participado al menos la cuarta parte del censo electoral.” (Mayúsculas, negrillas y subrayas fuera de texto).

Es esta una primera oportunidad que tenemos los colombianos, de lograr someter a REFERENDO OBLIGATORIO, la llamada “reforma a la justicia”, para lo cual basta cumplir con el requisito de ser solicitado por un 5% de los ciudadanos que integramos el censo electoral y en tanto, la malllamada “reforma a la justicia”, en mi sentir, compromete DERECHOS FUNDAMENTALES como el de IGUALDAD, de ACCESO A LA JUSTICIA, etc., y de otro lado comporta REFORMA al CONGRESO. Así, los ciudadanos podríamos pedir el REFERENDO, NO ASAMBLEA NACIONAL CONSTITUYENTE, dentro de los 6 meses siguientes a la PROMULGACIÓN del ACTO LEGISLATIVO.

Así mismo, desde la plenitud hermenéutica del ordenamiento jurídico, considero que incluso, desde el artículo 378, tanto el Gobierno, como los ciudadanos, podrían convocar el REFERENDO, cumpliendo los requisitos establecidos en el artículo 155 de la C.P., o sea el 5% de los ciudadanos del censo electoral o el 30% de diputados o concejales del país, para que una vez
PROMULGADA la “reforma a la justicia”, a través de REFERENDO, se DEROGUE dicho ACTO LEGISLATIVO, que comportaría de algún modo, una verdadera REFORMA a la Constitución.

Finalmente el artículo 241, numeral 1° de la Constitución, establece a favor de todos los ciudadanos la ACCION PÚBLICA de INCONSTITUCIONALIDAD, bajo el tenor de:

”A la Corte Constitucional se le confía la guarda de la integridad y supremacía de la Constitución, en los estrictos y precisos términos de este artículo.

Con tal fin, cumplirá las siguientes funciones:

1. Decidir sobre las demandas de inconstitucionalidad que promuevan los ciudadanos contra los
actos reformatorios de la Constitución, cualquiera que sea su origen, sólo por vicios de procedimiento en su formación." (Negrillas fuera de texto).

El primer vicio de procedimiento, estaría determinado bajo la consideración de que si existiendo prohibición expresa para que el Senado o la Cámara, sesionen fuera del recinto del Capitolio Nacional, sí lo pudieran hacer las comisiones, por no estar prevista dicha prohibición de manera expresa en la ley 5 de 1990.

No creo que las comisiones puedan hacerlo, a diferencia o exceptivamente a lo previsto para Senado y Cámara.

¡No creo que las reformas a la CARTA MAGNA, ni las LEYES, puedan aprobarse o conciliarse en las cafeterías o bares de un CLUB, como si se tratara de una simple reunión de LONJA, encerrados, ocultos, en contubernio. El Derecho público, exige el respeto por las formas y los procedimientos, ahí se genera la Transparencia y se logra la EFECTIVA GARANTIA de los DERECHOS de los CIUDADANOS y de la comunidad.

Pero de otro lado habría un vicio de procedimiento, respecto de DERECHOS FUNDAMENTALES, como el de IGUALDAD, DEBIDO PROCESO, ACCESO A LA JUSTICIA, en tanto se afecta el núcleo de dichos derechos y se establece un trato discriminatorio y respecto de quienes tienen suficientes garantías, como aforados constitucionales.

¡Queda pues demostrado, el PODER que tiene un PUNTO (.) ortográfico, en manos del Constituyente!

Se impone el deber ciudadano, de actuar desapasionadamente, con reflexión y sobre todo sin perder el norte impuesto por la existencia en coexistencia.

sábado, 23 de junio de 2012

¡JUSTICIA y crisis del Derecho!
Por: Nelson Hurtado Obando


Pésimo, perverso e indignante el espectáculo circense servido por el Congreso de Colombia, el Ejecutivo y la Rama Judicial, en la aprobación de la abrogación de la Constitución, a través de Acto Legislativo, o mal llamada “Reforma a la Justicia”.

¿Reforma de qué? Y dicen todos ellos: “Reforma a la Justicia” y en términos genéricos y con voces socarronas y amplificadas por los medios, sostenidos por la pauta publicitaria oficial, crearon en la comunidad colombiana, la ilusión de estar en frente de una osada reforma a la justicia, que no es tal, en tanto la justicia, como justicia, es eso, justicia, una, indivisible, irreductible e irreformable.

Y aquellos ciudadanos incuantificables, de los que he dicho que son una parte de la división perversa de la humanidad, que aún no se han dado cuenta que el mundo cambió, creían que ahora si tendrían Justicia!

Lo que no se dijo era que la “reforma a la justicia”, no era más que una reforma a la administración de justicia.

Justicia! Entendida como recta, pronta y cumplida! Eso es lo que se pide.

Justicia! Entendida como función irrenunciable del Estado, como lo dijo Mauricio Rodríguez Múnera, director de “Portafolio” y cuñado de Santos, hacia el año 2000, cuando se introdujeron con la ley 640, los llamados MASC y dijimos (El Tiempo), que era el primer paso hacia la privatización de la justicia: Cámaras de Comercio, desjudicialización de procesos y su notarización, jueces de paz, centros de conciliación y arbitramento y la perversa clasificación penal de delitos y “deliticos” y la misma conciliación en esta materia, como si la vida y la integridad sico física de una persona, fueran mercancías intercambiables por dinero y los fiscales presionando “acuerdos y conciliaciones”, con el único objetivo de descargarse de los procesos, a través de la paga del perjuicio inmaterial y material, cuya aprehensión no se precisa, con tal que el beneficiario reciba el “estiércol del diablo” y quede contento. Qué Justicia! Con razón alguien dijo que somos, un mucho, coprófagos desde lo vital!

Justicia! Entendida como sindéresis en el Juez y no como vaporosas, gaseosas y perversas sentencias que olvidan que la función de declarar el derecho, es una tarea solo posible desde el acto de conocimiento llamado comprensión, de los hechos del pasado, sometidos a decisión del juez, quien debe por tanto cumplir una labor paciente de investigación, reconstructiva, tarea que se evade en las sentencias, con el “copie y pegue”, de citas y autores que no se han leído o que si leídos, no se han “digerido”, en tanto percibimos en sus despachos, jueces de jeans y tenis baratos y magistradas de vestido y sin medias de seda, con dos o tres códigos viejos por biblioteca de dotación oficial y carencia absoluta de la propia razones de proporción matemática, no humana, que dan cuenta de la profundidad intelectual de las sentencias, en las que he visto llorar a Dworkin, a Hart e incluso a mi odiado Kelsen, pues en muchas de dichas providencias los he visto colgados cabeza abajo y ya comprenderán de donde los tenían cogidos.

Justicia! Entendida como bioderecho, como reafirmación de existencia en coexistencia, desde el otro y hacia el otro, sin el cual, ningún yo, puede ser valioso.

Justicia! Desde la comunidad, no desde el colectivo, desde la coherencia, no desde la cohesión.

Pero de todo eso y mucho más, no se ocupó la llamada reforma a la justicia.

Se trataba de alcanzar juicios breves y sumarios, al mejor modelo de la inquisición, orales, negando la sustancialidad de la escritura en el conocimiento y la racionalidad humana y de manera especial al Derecho y a la Justicia. Se trata de una reforma de descongestión estadística, matemática, económica, de los Despachos Judiciales, ante cuyas razones de proporcionalidades técnicas, del mundo judicial virtual y sofístico, no existen ni siquiera en los índices la morosidad y la impunidad, solo la cantidad de sentencias producidas, bajo los mejores y modernos “indicadores de productos e indicadores de resultados” de la ingeniería industrial, la ingeniería económica y la ingeniería administrativa, ante las cuales, por lo menos la Ley, es una vaca gorda de 8 pezones, para ordeñar a dos manos.

Justicia! Desde la reducción del Derecho a la mera Ley; justicia operada por TECNICOS-LEGALES, brotados masivamente de las nuevas “facultades de derecho”, con “ACREDITACION” o similar a las normas ISO de calidad y estandarización, que garantizan “formación por competencias”, es decir saberes “expertos”, puntuales, no holísticos, a cuyos actores para nada les sirve la filosofía y menos la epistemología jurídica, sumamente costosas desde la eficiencia y la competitividad demandadas por la economía mundial. Así, Justicia, dispensada por formados como especímenes hípico-legales, en Universidades “con acreditación” y postgraduados y magisters y doctorados en la carpintería procesal, por las escuelas de adoctrinamiento oficial, llamadas Escuelas de Formación Judicial.

Justicia! No la que declare el derecho que tienen el pobre, o el que tiene el rico, el blanco o el negro, el alto o el bajito, el humilde o el soberbio, el hetero o el homosexual; Justicia que declare el derecho en favor de aquél a quien corresponde.

Justicia! Autónoma y libre, no cooptada, ni secuestrada por la “buena fe ubérrima”, de los gremios económicos: bancos, aseguradoras, lonjas, constructores, ingenieros, contratistas, políticos y la OMC, etc.

Justicia! Con jueces de vocación, libres frente a la necesidad y libres frente al temor, comprometidos desde el alma con su ministerio, no de jueces autónomos de reclamo permanente, para mantener la subjetividad y en no pocas veces la arbitrariedad, pero indignos hasta como esclavos de los poderes mediáticos, los directorios políticos, los compadrazgos y hasta del crédito bancario y del vestido a cuotas. Justicia mendicante de canonjías! Justicia de “lobby” en el Congreso de la República, eso es lo que nos han dado!

Y seguirán en las providencias sosteniendo que es de día, aunque esté de noche, porque conforme a los “dados judiciales”, en la regla de posibilidades, (ni siquiera probabilidades), como se estila en algunas corrientes judiciales, la VERDAD, incluso es posible, como el mismo absurdo, desde la “autonomía” del juez, en tanto conforme a la guinda oficial.

Justicia! De vergüenza, de dádivas personales, de incrementos de período y de remuneración, justicia de club, justicia de favores, justicia proterva, justicia de exclusivas y jugosas y abultadas pensiones de jubilación, justicia connivente con el mal, justicia de finos relojes, zapatillas, homenajes, carteras y quien sabe que más…

Será que ¿acaso necesitamos de nuevo un Núñez, que tan siquiera nos recuerde que estamos obligados a un impostergable proceso desde la disyuntiva de “REGENERACION o CATÁSTROFE”?

Abrogaciones de la Constitución, como la que me ha ocupado, se vienen dando en las entidades territoriales, por vía administrativa, sin que los órganos de control, ni los dispensarios de justicia hayan enderezado el rumbo o porque los procesos que con ello tocan y de los cuales se derivan gruesas responsabilidades, duermen el sueño de los justos, mientras el investigado de turno, termina el período.

No me cansaré de repetir: La justicia es el último bastión que le queda a la democracia; no es solo cuestión de reformar el dispensario, el aparataje burocrático de la ADMINISTRACION de JUSTICIA y los procedimientos. La ineficacia, la ineficiencia no está en los códigos procesales, sino en las ataduras proclives de muchos de quienes se sirven de la Justicia, no de todos, porque hay honrosos y honrados juristas en la Magistratura, entre los Jueces y Fiscales, que al contrario sirven al Derecho y a la Justicia, pero en rigor, pocos, que aunque pocos, son la simiente que se precisa, que germine fértil, sabia, ponderada, honrada, civilista, democrática, equitativa, pulquérrima.

Anoche, (21-06-12) solo esperábamos del Presidente que convocara a un REFERENDUM DEROGATORIO del ACTO LEGISLATIVO y REVOCATORIO del CONGRESO y que muchos de las ALTAS CORTES, dieran el paso al lado. Sucumbió el Estado Social de Derecho o el Estado Constitucional de Derecho y sucumbió el Derecho ante la ley y sucumbió el ABOGADO-JUEZ-JURISTA, ante el TECNICO LEGAL, el del “saber experto”. Hoy solo somos una aglomeración, no una comunidad, no una sociedad, somos como, algo amorfo, pero neoliberal y civilizadamente salvaje.

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jueves, 21 de junio de 2012

¡UN HUESO DURO DE ROER!
Por: Nelson Hurtado Obando


Como corresponde a la civilidad, de ninguna manera asumo postura en favor o en contra de la demanda que al parecer fue admitida por el Consejo de Estado y que coloca sub júdice la elección popular y democrática de alcalde de Medellín, para el período constitucional 2012-2015

Tempranamente, el Maestro Ramón Elejalde A, hizo conocer su apreciación, respecto a que la elección del Dr. Aníbal Gaviria Correa, había quedado en firme, inimpugnable, (e inexpugnable agrego yo) desde los precisos términos consagrados en el Código Contencioso Administrativo, para ejercer la acción electoral, en los 20 días siguientes a la declaración de elección del mandatario local.

No obstante, la acción electoral, está consagrada y dirigida a obtener, la nulidad de un acto administrativo, proferido por las autoridades electorales, que declara la elección, por violar fundamentalmente las formas y los procedimientos electorales, establecidos en la ley electoral, el régimen de inhabilidades e incompatibilidades o por no reunir los requisitos constitucionales y legales para el ejercicio del cargo.

Exegéticamente y bajo el Código Contencioso Administrativo, transcurridos 20 días después de la declaración de elección, no hay nada que hacer, pues habrá operado el fenómeno jurídico de la caducidad de la acción, cuya declaratoria corresponde hacer al Magistrado en el momento de examinar la demanda para su admisión, inadmisión o rechazo.

Más sin embargo, declarada la elección del Dr. Aníbal Gaviria C y su posterior posesión, tomaron mucha fuerza en “radio alpujarra”, los rumores acerca de las acciones ejercidas desde la anterior alcaldía, para orientar y dirigir finalmente la “voluntad popular”, en favor y en contra de determinados candidatos y concretar de manera dirigida, fría, calculada, el triunfo electoral en favor de uno de los contendores, como presuntamente pudo ocurrir.

Enterados por la prensa, acerca de la admisión de la demanda, en contra de la elección del Dr. Aníbal Gaviria C., como alcalde de Medellín y por parte del Consejo de Estado, sea lo primero puntualizar, que el hecho mismo de su admisión, aunque no garantiza nada respecto de las resultas del proceso, por lo menos si abre un espacio mayor a la elucidación de los problemas jurídicos que pueda plantear, lo que es nuevo y novedoso y máxime si se visualiza desde la que parece ser la tesis central, como es la existencia de hechos sobrevinientes a la declaración de la elección, como lo son, no la condena impuesta al ex alcalde Jaramillo Salazar, como si lo pueden ser sus confesiones ante las autoridades competentes y sus reiteraciones y ratificaciones ante los distintos medios y en especial, en cuanto a que el deber legal de denunciar, la comisión de delitos, se hace desde las obligaciones que como ciudadanos, pero mayormente como servidores públicos, imponen los deberes funcionales, desde la Constitución y las Leyes y no desde los deberes del fuero interno, que llevó al señor Salazar, a concluir, que cumplía con dichos deberes, denunciando a través de los medios y no ante las autoridades legítimas y competenets, con lo cual además desconoció la majestad de la administración de justicia, sus competencias y a pesar de lo lenta y coja y sorda y ciega que llegue a ser la pobre y maltrecha “viejecita”, la cual en un Estado Social de Derecho, en transición hacia el Estado Constitucional de Derecho, jamás podrá ser reemplazada por la justicia administrada y dispensada desde los medios, la llamada justicia show.

Desde la anterior perspectiva y en algún esfuerzo académico, he sostenido, que si los hechos dados a conocer a través de los medios y que presuntamente encuentran prueba, no en la sanción impuesta a Alonso Salazar, sino en la que como tal obra en dicho proceso disciplinario, es evidente que desde la aplicación directa de las normas constitucionales, como lo establece el artículo 4° de la misma Constitución, pero en armonía con el Preámbulo y los artículos 110°, 1°, 2°, 3°, 5°.6°, 7°, 12°, 13°, 15°, 18°, 20°, 21°, 28°, 29°, 37°, 38°, 40°, 95°, 99°, 103°, 107°, 122°, 127° inc. 3°, y otras tantas normas constitucionales, la acción que al parecer han ejercido, no solo tendría fundamento en lo que han denominado hechos “sobrevinientes”, sino también en mi sentir, desde la existencia de hechos antecedentes, toda vez que como lo ha reiterado el Consejo de Estado respecto de otras acciones contenciosas, el manto de legalidad que cubre las sentencias, para el caso, la caducidad que da firmeza al acto administrativo, no tiene la virtualidad de purgar, sustancialmente, las violaciones a la Constitución y a las Leyes y no sea menester que las mismas se concreten en violaciones a preceptos penales contra la pureza del sufragio, decididas en juicio con sentencias de condena.

La razón fundamental, es que desde la Constitución se proclaman, la unidad de la Nación, la convivencia, la igualdad, el orden justo, en u marco jurídico, democrático y participativo, desde la dignidad humana y la solidaridad, garantizando la efectividad de los principios, derechos y deberes constitucionales y la participación de todos en las decisiones que los afectan, políticos, económicos, salvaguardando la vida, la honra, las creencias y todos los derechos y libertades y en tanto la soberanía reside en el pueblo, desde lo cual, en una visión holística, claramente se puede comprender que la norma que consagra la caducidad de la acción electoral, a 20 días, es una norma contraria y opuesta a las normas constitucionales con fundamento en el artículo 4° de la Constitución, si es que efectivamente existieron como hechos antecedentes los que conocemos a través de los medios y sin que sea menester, más allá de los declarado por el señor Salazar ante la Procuraduría y los medios, que la desviación del electorado, haya estado precedida de otras prácticas o que se haya concretado en un constreñimiento, desde el tipo penal y respecto de uno o varios sujetos pasivos, plenamente identificados e individualizados o que se haya concretado en una sentencia de condena contra el corruptor electoral.

Jurídicamente, la anterior tesis es sostenible y defensable, desde el mandato del artículo 4° de la Constitución a cuya prevalencia y desde la integridad y plenitud hermenéutica del ordenamiento jurídico del Estado Social de Derecho o del Estado Constitucional de Derecho, encuentra consagración expresa en la acción que consagra el artículo 135 de la ley 1437, que entra a regir el 2 de julio de 2012 y conocida como nuevo Código de Procedimiento Administrativo y Contencioso Administrativo, a lo que sería necesario comprender si el acto de declaración de elección del alcalde, es un acto general, en tanto declara la voluntad general de los electores en un sentido mayoritario o si se reduce a un acto de carácter particular y concreto, no inherente y consecuencial del primero, lo que desde el derecho tendría apoyo además en que lo que es primero en el tiempo, es primero en el derecho, y donde no cabría el “jus populorum”, de zanjar el conflicto jurídico desde la respuesta a la cuestión de ¿qué fue primero, el huevo o la gallina?

No conocemos la Sentencia C-435 de 2012, respecto del aludido artículo 135 de la ley 1437, que consagra la acción de nulidad, por inconstitucionalidad, pero lo que sí es claro es que ella consagra en favor de los ciudadanos una facultad, un poder para ser ejercido en cualquier tiempo, a lo que no vendría aplicable el tema de que la ley rige a partir del 2 de julio de 2012, en tanto el precepto es claro: “Los ciudadanos podrán, en cualquier tiempo, solicitar…la nulidad por inconstitucionalidad de los actos de carácter general que por expresa disposición constitucional sean expedidos por entidades u organismos distintos del Gobierno Nacional.” , siendo sumamente claro, que la norma consagra que dicha nulidad podrá pedirse por los ciudadanos en cualquier tiempo y sin importar que sea respecto de actos anteriores a la fecha de entrada en vigencia de la ley 1437, pues lo que se trata es hacer efectiva la garantía de que la Constitución es "norma de normas" y sobre todo su efectivo respeto por todas las autoridades, lo que encuentra soporte en la condición de procedibilidad de la acción a la que solo basta que sean demandados por infracción directa de la constitución nacional y con un agregado más, que el Consejo de Estado no queda limitado a proferir su decisión, en el contexto de los cargos que se formulen en la demanda. Así, es entendible que si la ley 1437 entra en vigencia el 2 de julio de 2012, bien puede ocurrir que el día 3 se instaure una acción, por infracción directa de la Constitución, contra un acto proferido el día 30 de junio o 1° de julio, si de lo que se trata es de asegurar la primacía de la Constitución, por razón del interés superior y que es general, a lo cual no vendría aplicable el fenómeno de la irretroactividad de la ley, pues el que se pueda demandar en cualquier tiempo, no implica de manera exclusiva, que no tenga caducidad. En términos parroquiales o como solemos decir, quienes seguimos siendo miembros distinguidos de la “alpargatocracia” Patria, si el agua está revuelta desde la fuente, el grifo no podrá verter sino pantano.

Solo queda esperar que el Consejo de Estado se llene de sabiduría, en el entendido que: ¡la justicia es el último bastión que le queda a la democracia!

Lo cierto hasta ahora, es que lo que acontece, no es nada conveniente, nada agrega a la construcción de la transparencia, la credibilidad en las instituciones democráticas, la gobernabilidad, la coexistencia en una ciudad avasallada por diversas fuentes de violencia, a la que se agregaría una más, que eso es, una especie de violencia, subversiva, desde la administración pública, desestabilizadora, dañina y que de alguna medida configura lo que hemos llamado el sucumbir del Estado Social de Derecho o lo que algún “experto criollo” en derecho urbano, defiende desde el “Estado Fiduciario”, como realización del “todo vale”.

Grave, muy grave, para la democracia, para el país, para el departamento, para la ciudad, porque no solo está sub júdice la constitucionalidad y la legalidad, sino la legitimidad del gobierno local; pero, no hay que ver solo el lado oscuro, quizás sea este, el camino de las Cortes, el que haya de iniciar a recorrer la sociedad colombiana, a prevenir y curar, en sus casos, la formación de gobiernos locales espurios, a lo cual, dígase lo que se quiera, el Congreso fue débil, desde toda reforma política.

Es también una alerta a toda la sociedad colombiana y en especial a las asociaciones políticas secretas-visibles: noches para unas cosas,(decisiones políticas), días para otras (decisiones económicas), o lo que en mi época se llamaban cenáculos, cofradías, lonjas, y de manera especial, en la necesidad de re inventar los Partidos Políticos, inherentes, inmanentes a la democracia, sin los cuales no puede subsistir, como lo revela la actual crisis, creada, sostenida, alimentada desde el empresarismo electoral, al que no importan nada las agendas públicas, como sí las agendas privadas, concretadas en la prevalencia de deberes del fuero interno y no de los deberes funcionales, que nos enseñan además, que la vida es en comunidad, no en colectividad y que ella exige coherencia, no cohesión, porque ante todo,
¡existir es coexistir!

sábado, 19 de mayo de 2012


Liberales, pero jamás terroristas.
Por: Nelson Hurtado O.



Me enseñó mi primer mentor político, que: “para ser político en Colombia, había que tener estómago de gallinazo” y que como en la canción, en “política no se puede decir todo lo que se piensa, ni se piensa todo lo que se dice”.


Evidentemente soy de otra generación, pertenezco a aquellas generaciones de colombianos perdidas, por la carencia de una carta de recomendación para un empleo público, cuando el Estado era el mayor empleador o para el ingreso a la Universidad pública o algunas privadas, cuando los cupos eran ocupados antes por las recomendaciones de gobernantes y dirigentes políticos, que por la valuación de aptitudes afines con la profesión a la que se aspiraba uno a formarse o por la carencia de una beca o subsidio desde fondos educativos que constituían las entidades territoriales o por la imposibilidad de acceder al “icetex”, ante la imposibilidad de conseguir un fiador y ante la carencia de capacidad pago del educando y de su familia.


Ni como colombianos, ni como ciudadanos, ni como liberales tuvimos universidad pública y nos tocó universidad privada, sin carro particular y nos tocó combinar la jornada académica con la pesada jornada de trabajo, sin contar que para entonces no tuvimos ley que nos protegiera del acoso laboral, planteado por el burócrata de turno, escaso bachiller, en términos de “estudia o trabaja”. Los créditos bancarios y las tarjetas de crédito gracias a Dios nunca estuvieron a nuestro alcance; la Anticuaria de Ayacucho, la biblioteca pública piloto, aún no habían sido suplantadas por el “rincón del vago”, ni por los escribidores de resúmenes y tesis de grado; el Quijote de la Mancha, la Carta de Jamaica del Libertador, la poesía de Silva, ni la de Olga Elena Mattei, habían sido sepultadas por el éxito editorial de las “medias veladas de virginia” o el best seller “cómo hacerse rico sin el menor esfuerzo y sin trabajar”. Esos fuimos y somos los liberales, sin contar que sufrimos más la persecución de los propios, a lo que sirvió en no pocas veces el aprecio sincero de algún buen prójimo godo, de quienes decían los abuelos que “no había trago malo, ni godo bueno”, pero que era eso, sólo un decir. No tuvimos tiquete estudiantil y no nos libramos del servicio militar, ni nos pagaban por votar.


Por eso echamos callo y nos construimos como liberales y como verdaderos ciudadanos, algunas porquerías jamás estuvieron en el proceso de libre desarrollo de nuestras personalidades, eso sí, cuando íbamos de campaña a los pueblos, desayúnabamos con candela, con el infaltable aguardiente antioqueño, del cual decía mi abuelo que mataba las lombrices y agradecido exclamaba se “acaba de orinar un ángel en mi boca”, no sufríamos de agotamiento y no precisábamos de “energizantes” y para el cansancio cerebral solo valía el pinchazo de una abeja; no nos traumó la “muenda de correa” de papá por algún acto de indisciplina en la escuela, no tuvimos a favor la tutela y no sabía uno si era una tortura o un acto de bondad que cada año fuera al pueblo el odontólogo oficial y procediera a extraer la muela, carecimos los liberales de las generaciones perdidas de la “elegante ferretería dental”, el Niño Dios, no nos traía bicicletas y la o las primeras novias, las conquistábamos de puros putas que fuimos y con los bolsillos vaciados, pero tejíamos versos, llevábamos serenatas, enviábamos flores. Cedíamos el andén y el puesto en el bus, siempre reconocimos edad, dignidad y gobierno.


No obstante, como yo y de lo cual soy testigo, muchos jóvenes de mi época, vitales, inconformes, contestatarios, pero profundamente demócratas y si se quiere desde el catecismo del padre Astete, aprendimos y aprehendimos y vivimos y luchamos y  construimos en las veredas perdidas en los lomos altos de las montañas o en las profundas cañadas de la Patria: comunidad, bien común, civilidad, solidaridad, mucho antes de que tuviera que ser mandato constitucional. Íbamos para entonces a pie y en la más afortunada ocasión en bestias “cargaleña”, hasta que como liberales solo nos quedó callo en el culo!


Y nos formamos no solo como liberales, amantes de la libertad, sino como seremos humanos, que así fuésemos creativos para la “ofensa” bajo el calor de una campaña electoral, hábiles para caricaturizar, nunca, nunca optamos por la fuerza para demoler al contradictor político, porque además, el Maestro de la escuela, nos había formado en la civilidad, en el temor a Dios y en el respeto a nuestros semejantes, desde el principal reconocimiento de que también éramos imperfectos y que la verdad es inasible y que la diferencia era justamente el motor del progreso de la civilización humana. Nuestras batallas eran para entonces argumentativas y eso que carecíamos del flujo de información de que disponen las actuales generaciones. Emocionante escuchar a “merejo” en sus “ofensas” contra los liberales, citar pasajes enteros del Fausto de Goethe o descendernos a los mismísimos infiernos con Dante Alighieri o impávido sentenciar que en el recinto del concejo se “encuentra reunida la fauna….”(menciona un pueblo) y todo seguía normal, a la semana siguiente nos acompañaba o se pegaba a la comisión de plañideras que como un éxito total, había conseguido una cita en la capital, para hablar con el gobernador de turno o el senador, representante o diputado de moda y mucho mayor era el éxito cuando se conseguía el nombramiento de una maestra para la escuela de lejana vereda, el nombramiento de un médico, el auxilio para la construcción de un acueducto veredal, de una escuela, de un puesto de salud y mayor la emoción cuando se inauguraban y asistía con calle de honor y todo el gobernador o el Ministro a inaugurar el hospital nuevo o la carretera veredal.


En mi caso, que es el de muchos jóvenes de las generaciones que perdió la República, nos formamos unos bajo la malicia indígena y el olfato político de un grande como Bernardo Guerra y otros nos formamos en la escuela de un William Jaramillo Gómez, contestatario, vehemente, pero ante todo profundamente humanista, civilista, demócrata, malgeniado, pero por sobre todo Ciudadano respetuoso de la Ley, las Instituciones y las Autoridades de la Patria; al lado de él, hombres públicos tan decentes, que decíamos que eran unas damas, como Evelio Ramírez Martínez, Don Gabriel Fernández Santamaría, Benedicto Uribe, Luis Guillermo Vélez Trujillo y otra extensa lista de jóvenes promisorios, reserva del Partido, reserva de la democracia, pero ante todo reservas de Patria y civilidad.


Todo ha quedado atrás! Hoy, no le pertenecemos al Partido, ni éste nos pertenece y muy a pesar de la presencia de jóvenes en su dirección, el partido liberal, en lo que queda, sigue manteniendo una organización de “cúspides”, pero no de bases; el partido liberal a través de su discurso, ajeno a su filosofía y a su ideario, no contribuye a formar comunidad democrática, el partido liberal por más convenciones que haga, a las que he asistido por derecho propio según sus estatutos, sigue haciendo “convenciones con VOZ, pero sin VOTO”, en tanto luego de kilométricos discursos se termina por otorgar “plenas facultades”, por antidemocráticos “aplausos cerrados”, que más parecen ovaciones a toreros. Si sentimos orgullo en algún momento de disentir del Dr. Guerra y de saborear el placer de fundar disidencias dentro del partido liberal y de obtener mayorías en nuestros concejos de apartados municipios, era la resignificación de que el cambio podía venir de manera civilizada y era un orgullo, pues sentíamos que el derecho a disentir y si se quiere al libre examen, encontraban realización práctica. En esa perspectiva, años más tarde, vimos en Alvaro Uribe Vélez, el más claro prospecto de renovación liberal y allí estuvimos, hasta que eligió rumbos distintos a los del Partido Liberal, entendibles por su sagacidad política, pues con alta probabilidad, el Partido Liberal,(su estructura directiva) jamás le habría permitido ni siquiera ser ungido como candidato a la Presidencia de la República.


Y a la par que la nueva institucionalidad de la Patria se organizaba desde la base hacia la cúspide, con la elección popular de alcaldes, el partido liberal mantuvo su organización contraria, de arriba hacia abajo, de  órdenes y mandatos y mandados, mientras cada municipio se amontonaba en amorfas organizaciones locales de tipo “cívico”, que quizás curaron el priurito de los paros cívicos y las virulentas demandas que se hacían a los poderes centrales, con las transferencias de competencias y de algunos recursos a la entidad municipal, pero sobre todo, con la traslación a cada comunidad local de la más grave y pesada responsabilidad: Ser auto generadores de su propio progreso, de su propio desarrollo. Y volaron a la m…las jefaturas del partido, departamentales y municipales y los diputados, representantes a la Cámara y Senadores, ya no se les invitaba, tuvieron que empezar a buscar ser recibidos en las comunidades locales, las reglas del juego eran otras y la lucha por los SUFRAGIOS al mejor estilo de Beccaria, se volvió cosa de solucionar con dinero. Ya no fue nunca más la Patria, el Partido, las Instituciones, las dignidades, la civilidad, el bien común, la democracia, las que guiaron ni la formación, ni el ejercicio del gobierno. Escuché aspirantes al Congreso, mendicando un sufragio, en aras de ser elegidos, para completar el tiempo para la jubilación, qué desvergüenza! Pero ese fue el principio, de lo que ahora tenemos: la imposición de las “agendas privadas”, sobre las “agendas públicas”, en el estribillo de: “desde nuestros principios, nuestras convicciones,  nuestros deberes, nuestros sueños, nuestras visiones…bla, bla, bla”, en lo que como lo he dicho desde hace muchos años atrás, anida una especie de subversión igual o más dañina y más perversa que la armada que ejercen las FARC, a mansalva y con sus cilindros bomba y que no es otra que la CORRUPCION rampante que nos agobia. Y es que la corrupción, no solo es apoderamiento ilegítimo e ilícito de los bienes públicos, corrupción es la captura de las funciones públicas, de las decisiones públicas, corrupción es proferir decisiones administrativas contrarias al ordenamiento jurídico y de favorecimiento a individuos o grupos y en todo caso, decisiones que NO REALIZAN el BIEN COMUN o la UTILIDAD PÚBLICA o el INTERÉS SOCIAL.


Desde la anterior remembranza y desde el “Réquiem por los partidos”, que visionariamente escribió en EL TIEMPO y mucho antes de tiempo, el Dr. Alfonso López M.; desde las escuelitas que ayudamos a construir en las lejanas veredas a las que llegábamos para enseñar el CREDO del PARTIDO, de la PATRIA, de la CIVILIDAD, de la DEMOCRACIA, pero sobre todo por el reencuentro de nuestros conciudadanos y compatriotas más desconocidos, es por lo que debo decirle con todo respeto al señor Campuzano, concejal de Medellín, que SOY LIBERAL y CIUDADANO,CIVILISTA, DEMOCRATA, doblemente SOLIDARIO, desde el principio jurídico y desde mi fe cristiana, si se quiere semejante a los liberales de Rionegro, como decíamos y que ni yo, ni ninguno de quienes conozco como liberales, pertenecientes a esas generaciones perdidas, más precisamente como lo he dicho, generaciones del estado de sitio, que vivimos la política además como arte de servir, no de ser servidos y como un claro y diario ejercicio de la inteligencia, como racionalidad, que NO FUIMOS, NI SOMOS unos TERRORISTAS. Tal vez su afirmación es, justa y exactamente, la dimensión de la seudo-política, de la inexistencia de PARTIDOS POLITICOS, inmanentes a la democracia, que es vacío e incoherencia en el que solo pueden existir sus practicantes, por una razón simple: la PRENSA, la RADIO, la TELEVISION, el INTERNET y sus redes “sociales” y desde el escritorio, NO FORMAN CALLO, que es como el pre grado de CIUDADANO, BUEN PROJIMO, DEMOCRATA, BIEN COMUN, existencia en coexistencia y no mera existencia de individuos-solitarios y además virtuales. La comunidad es eso: EXISTENCIA en COEXISTENCIA y no imagenología, que en materia de políticos, ni siquiera nos brinda las bondades de los rayos x.


Sobran las razones para quizás decir que tenemos CANSANCIO DE CIUDADANOS, de LIBERALES, más no, porque mantenemos la fe viva y la esperanza de una Patria más justa y amable, especialmente para las nuevas generaciones.


No soy quien para darle consejos, pero si soy un hombre de bien, ciudadano, LIBERAL, para exigirle respeto y sobre todo mesura, ponderación, sindéresis, coherencia, pues creo que esos arrebatos, serían muy comprensibles en un joven que recién estrena ciudadanía, pero no en Usted, como concejal y egresado de una prestigiosa UNIVERSITAS, que le cubrió con los delicados bálsamos del conocimiento, únicos para sanar las pestilencias del espíritu humano que hoy nos abruman.