domingo, 8 de julio de 2012

¡A ALEJANDRA ASCA..ris!


Por: Nelson Hurtado O.


Confieso hoy, que sentía por Usted, respetada dama, una doble admiración: por mujer y por humorista inteligente.

Más esa admiración, fue descendiendo poco a poco, por la facilidad que desde el respaldo de una cámara de televisión y de un pulpo informativo como RCN, usted se fue convirtiendo en juez de lo humano y de lo divino, en la fruslería de “Colombia tiene talento”, hasta tal punto de saltarse la tenue línea de la dignidad humana y si se quiere de la caridad cristiana, para hacer de los defectos o de la simplicidad de algunos seres humanos, verdaderos reproches.

Más su columna de hoy, realmente me conmueve y me asombra.

Tanto me asombra, que creo que con todo y el descenso de mi admiración por usted, que la misma sí fue escrita por la verdadera ALEJANDRA, la que habita en sus profundidades, no del alma, porque no tiene, sino más bien entre los jugos gástricos y el intestino delgado, porque del grueso también carece y por eso más bien creo que su verdadero nomen entre la especie, es el de ALEJANDRA ASCA..RIS (áscaris lumbricoides).

A esta conclusión parcial llego, -para su conocimiento- desde las siguientes circunstancias: macho, hombre, heterosexual, papá y abogado.

Desde esta perspectiva, usted tiene razón en muchas cosas, por ejemplo: las mujeres gorditas, poco hacen parte de la “fuerza de ventas”, de una sociedad, que sabe que destacarse en la farándula, no es cuestión de inteligencia, ni de muchos merecimientos, sino de buenas palancas y de especial adiestramiento para repetir como loras y con actitud convincente, información que no digieren.

Así mismo, usted debe tener mucha razón, desde “el que se las imagina, es porque las hace” y máxime cuando ya se sabe que usted tuvo problemas de obesidad y en el sentido de que las mujeres gorditas, además de fáciles presa para la cama, son además indescriptibles haciendo el amor. Creo que ahora, usted al contrario, no se siente amada!

Igualmente tiene razón, las gorditas se ponen no lo que quieren, sino lo que les vende una sociedad de “vacas flacas”, flacas de ética, flacas de moral, flacas de solidaridad, flacas de respeto por si, flacas de respeto por el otro, flacas de frenos en el corazón y en la lengua y quién sabe dónde más…pero gordas de billetera, de chequera, de jeans de marca, de modistos famosos, de polvos y set de televisión….y en el ocaso de juventud y belleza tan pasajera…desean por fin ser MUJERES, en el milagro de la maternidad, que seguro les traerá frutos flacos de alma o de cuerpo, porque la imperfección es la certeza, de que la perfección no existe.

Hace muchos años aprendí un saludo oriental, que día al encontrarme con alguna persona, desde mi alma musito: “Sólo por hoy, la divinidad que hay en mí, saluda a la divinidad que hay en ti”.

Pero usted, en su expulsión lumbricoidea, incluso se saltó barreras que ni siquiera el “sexismo” más recalcitrante se ha saltado, usted discrimina, aparta y excluye a las gorditas y va más lejos, se mofa, se burla, las ridiculiza.

Y en esa, su expulsión lumbricoidea, pensé que su second nomen, no era AZCÁRATE, sino DESCÁRATE, pero un efluvio divino, me llevó a encontrar la raíz etimológica del mismo, en el molesto bicho del ASCARIS LUMBRICOIDE, que hace que quien lo padece, sufra de: “Dolor de estómago, de tanto reírse y mofarse de los “defectos” de los demás; Expulsión de lombrices por la boca o la nariz, que recoge en su articulejo; presencia de lombrices en las heces, que es su “humor”, porque ahora entiendo que su misión no es hacer reír, alegrando la vida de sus semejantes, sino ridiculizar y mofarse.

En usted no cabe, que la obesidad, más que un problema de salud pública, es la concreción del desorden que la sifilización actual, ha introducido en la “casa de la humanidad”, que ha modificado los hábitos alimenticios de todos los seres vivos y con hondas repercusiones en el metabolismo y la genética.

¿Por qué no elige vivir en Kenya o en otros países, donde las NIÑAS no son GORDITAS, sino FLACAS, pero por el hambre que recorre al mundo? ¿Acaso su articulejo, no es una apología de la anorexia y la bulimia? O ¿Acaso será el preámbulo publicitario de un nuevo “revertex mejorado” y aprobado por el Invima?

Finalmente, le agradezco por darme la oportunidad de reafirmar, que tengo dos hijas perfectas, no han sido obesas, sí gorditas, llenitas, a las que con todo el amor les hemos entregado el fruto de nuestro trabajo, sólo han pasado por un solo cirujano a intervención de estómago, no por ninguna cirugía estética; a las que en su cumpleaños, mamá y papá, les hemos brindado viajes por otras culturas, en vez de tetas y liposucciones y que gracias a Dios, desde muy tiernas, ellas mismas se encontraron perfectas y desde siempre supieron que eran dos milagros de la vida, del amor y sobre todo CREATURAS hechas a la imagen y semejanza de Dios.

No basta señorita ASCA--ris lumbricoidea, pedir “perdón” por los medios en los que usted nada a la perfección, se trata de comprender que existir es coexistir y que en Bogotá existe una fundación, que creo que se llama “Gorditos de corazón”, donde bien podría tomar el purgante que le hace falta a su indolente existencia.

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