Por: Nelson
Hurtado Obando.
¡Y lloramos a moco tendido, cuando apenas sí somos: “ricos” de media petaca!
Claro que es más divertido, -gratifica el morbo-, ser consumado
lector de diarios y revistas, que ponerse en esa tarea inútil de leer, libros,
documentos, folios, estudios técnicos, leyes, acuerdos, actas, sentencias, como
corresponde a cualquier ciudadano civilista, respetuoso del orden jurídico y de
la institucionalidad, constructor de ciudad y de ciudadanía, para dar
fundamentos lógicos, racionales y coherentes, a sus quejas y reclamos a las
autoridades de la ciudad que habitamos.
He venido sosteniendo que en Medellín, por lo pronto, venimos
asistiendo, no a un proceso de transformación, sino a un refinado experimento
social del llamado “REDENTORISMO”, desde dividir la comunidad, cuyas partes
luego se amontonan en el llamado “conglomerado”, donde actúa como pegamento la
denominada “cohesión”.
Por fortuna, ayer en la Revista Posición, el ilustre abogado Dr.
Jaime Jaramillo Panesso, se refiere al mismo tema, bajo el título de “Chavismo
Municipal”, que puede y debe leerse en el siguiente vínculo: http://www.revistaposicion.com/2013/02/07/chavismo-municipal/ artículo que
con sus argumentos, nos llena de paz, en tanto frente a nuestros derechos y a
nuestros deberes, como seres humanos y como ciudadanos, no hemos transgredido
los límites que se nos imponen, la coexistencia, ni el orden jurídico.
De igual manera, el Dr. Juan Gómez
Martínez, publica un artículo en el día de ayer en El Colombiano, donde insiste
en el Plan de Obras Públicas Viales, por valorización en El Poblado y hace caso
omiso, de los abundantes estudios técnicos que señalan la inconveniencia de
dicho plan vial y lo más grave, sigue guardando el mismo silencio…frente a las
protuberantes violaciones de la Constitución, las Leyes y los Acuerdos, que se le
han señalado al Plan de Desarrollo 2008-2011, al Acuerdo 58 de 2008 del Concejo
de Medellín. Por lo menos, el Dr. Juan, debería indicarnos, si está de acuerdo
con el “todo vale” o con que “la ilegalidad si paga”; uno no puede pedir el
cumplimiento de la Constitución y la Ley, cuando se ven afectados los derechos
propios y hacer caso omiso, cuando se afectan los derechos de los demás, eso me
han enseñado que se llama coherencia y honradez. ¡Me huele que el Dr. Gómez
Martínez, pudiera tener grandes inversiones en la industria automotriz, o en la
industria de la construcción y es elemental, mi respetado Dr. Juan: en El
Poblado, sólo se valorizará el SUELO de EXPANSIÓN URBANA y el suelo que resulte
de DEMOLICIONES, pero el SUELO ya construido, se DESVALORIZA, a no ser que
usted prefiera tener a 2 o 3 metros de su almohada el ronquido y el hollín
tóxico de los mofles de los vehículos, antes que conservar el actual
antejardín, que de ellos lo separa. ¡”Mal que no quieras para ti, no lo quieras
para nadie”!
En su edición de hoy, (8 de febrero
de 2013), el periódico Vivir en El Poblado, publica entrevista al Dr. Luis
Alberto García B, director del FONVAL y en una de sus preguntas, se refiere a
los “detractores” del plan de obras públicas viales, por valorización. Sea lo
primero reconocer y agradecer al Dr. García, la respuesta pública que da al
periódico, sobre que quienes hemos cumplido nuestros deberes y ejercido
nuestros derechos, no somos “detractores”, sino CIUDADANOS, que desde otra
visión, la jurídica, no hemos pedido nada distinto a los Jueces de la
República, que declaren, en su caso, que las autoridades de la ciudad han
incumplido los mandatos de la Constitución, las Leyes y los Acuerdos del
Concejo de la ciudad, desde el dejar a conocimiento y decisión de ellos,
abundantes, sólidas, serias y coherentes demandas, con abundantes fundamentaciones
fácticas y jurídicas.
Retomando del Dr. Jaramillo Panesso,
su artículo “Chavismo Municipal” o mi afirmación del redentorismo, no hay duda,
desde las MOTIVACIONES del PLAN DE DESARROLLO 2008-2011 y desde las del
ESTATUTO de VALORIZACIÓN de MEDELLIN, conforme a lo que en las ACTAS consta,
que desde el Concejo, lo que se puso en marcha, fue un plan contra El Poblado, fue abiertamente una
declaración y promoción de la “lucha de clases” y una verdadera combinación de
“todas las formas de lucha”, de las que tanto nos dolemos en las horas aciagas
actuales para la República. En El Poblado actual, NO VIVEN los “RICOS” de
Medellín, ahí habita esa CLASE MEDIA, que tan certeramente determina el Dr.
Jaramillo Panesso en su columna del “Chavismo municipal”, en Medellín, a la que
se suma el INFORME del PNUD, titulado: “¿Dónde
están los pobres en Colombia?”, y que puede leerse en el siguiente vínculo: http://www.revistahumanum.org/revista/pobreza-en-colombia/,informe estremecedor al tenor de: ”El
60% de los pobres están en sólo 3 países: Brasil, México y Colombia. Estos
países no son los más pobres del continente, sino los mayores generadores de
riqueza en la región ¡Esa es la paradoja!” y agrega; “El departamento que tiene
el mayor número de población en situación de pobreza es Antioquia, con
1.800.000 pobres.” Y finalmente pregunta: “¿Para dónde se va la plata? ¿Para
dónde hay mayor pobreza, o para dónde hay mayor número de pobres? Es una
disyuntiva muy complicada, aunque debo aclarar no es de carácter excluyente.”
A pesar de los conceptos técnicos
del Director de Planeación, del Secretario de Obras Públicas y sus “estudios
técnicos”, de los conceptos de la Secretaría de Salud y de la del Medio
Ambiente, que sin duda indican la inconveniencia del plan de obras públicas
viales en El Poblado, porque están a tono con el conocimiento que a nivel
mundial se tiene, desde la ingeniería y la economía, respecto a que la
construcción de vías o sus ampliaciones, NO SON la SOLUCIÓN a la CONGESTIÓN
VIAL, en las áreas urbanas de las ciudades, mismos criterios señalados por la
ONU, la OMS y la ALALC, la administración municipal se empeña en ejecutarlo, en
contra de toda razón y ciencia.
Se empeña en ejecutarlo igualmente,
contra todo el ORDENAMIENTO JURÍDICO. ¿Cómo un gobernante, puede pedirle
entonces, al ciudadano común y corriente, que respete, acate y cumpla con las
leyes?
Las decisiones adoptadas por el
Concejo Municipal y por la Alcaldía y en relación con los TRIBUTOS de PREDIAL y
luego de VALORIZACIÓN, no son los apalancamientos para una ciudad “COMPETITIVA
e INTERNACIONALIZADA”, ni pueden ser los que generen equidad, inclusión y
retroceso de la pobreza, pues al contrario envilece
y empobrece a la clase media de la ciudad, que vive en todos los barrios de la
ciudad y en El Poblado, ricos de media petaca, de tal modo que tributación
tan onerosa descargada sólo en el lomo de la clase media de la ciudad, es un
contrasentido a la cacareada competitividad e internacionalización de la
ciudad, que ahuyenta el asentamiento de toda nueva inversión y de las
existentes, en la ciudad, que induce la migración productiva, básicamente hacia
el área de Rionegro, por mejores condiciones e incentivos fiscales, de lo que
se concluye, que nada raro que para retener esa inversión en la ciudad, se
acuda al fácil expediente de los “estímulos y exenciones tributarias”, de tal
modo que lo que se le “rebaje” a la inversión, se le cargue a la clase media,
confirmando con certeza, que: ”El
60% de los pobres están en sólo 3 países: Brasil, México y Colombia. Estos
países no son los más pobres del continente, sino los mayores generadores de
riqueza en la región ¡Esa es la paradoja!”, como lo informa el PNUD.
Las personas que habitan en El Poblado, poca atención le
han prestado a la parte jurídica del plan de obras públicas viales, por
valorización, pero hay que tener en cuenta: el municipio de Medellín, está en
una encrucijada y grave por lo siguiente:
a.
Es
ilegal que el alcalde Gaviria, pretenda recaudar, por valorización cerca de
$400 mil millones de pesos y sabemos por qué lo afirmamos.
b.
El
Plan de obras públicas viales, por valorización, conforme a la Constitución y a
la ley, era para ejecutarse en el cuatrienio del señor Alonso Salazar, que
concluyó el 31 de diciembre de 2011
c.
El
Municipio de Medellín y el FONVAL, están metidos en camisa de once varas, pues
conforme al Acuerdo 058 de 2008, o Estatuto de Valorización de Medellín, la
CONTRIBUCIÓN de VALORIZACIÓN, es INEXIGIBLE
a los habitantes de El Poblado y menos por los montos a que aspira
recaudar el Señor Alcalde Gaviria Correa.
d.
El
alcalde Salazar en su momento, expidió las Resoluciones Decretadoras, por fuera
del marco legal, para la procedencia de las mismas.
e.
La
Junta de Representantes de Propietarios de El Poblado, conforme al Estatuto de
Valorización de Medellín, ejerce un mandato ciudadano, sin representación, esto
es carente de toda capacidad negocial, pues sus facultades están limitadas sólo
a emitir conceptos, los que conforme al mismo estatuto, no obligan a la
administración municipal.
Sea que se hable de “Chavismo municipal o de
REDENTORISMO, en Medellín llevamos 12 años de lo mismo, “ciudad titina,
bonita,….desde el cemento”, pero sin que retrocedan la pobreza, el hambre, los
conflictos sociales que nos cercan, sin que la educación haya logrado el
milagro desde “Medellín la más educada”, a lo cual basta el INFORME PIRLS:
rajados en LECTURA COMPRENSIVA, aunque en la ciudad todos “lean de corrido” y
rajados en PRUEBAS ECAES. Quizás sea
cierto, que haya retrocedido la “exclusión”, desde el redentorismo, en tanto la
inclusión, ahora es virtual, es decir: en tanto en el conglomerado, están
cohesionados los e-ciudadanos, los
twitter-ciudadanos, los facebook-ciudadanos, contrarios a los ciudadanos, a
los que motejan “detractores”, o que finalmente es la antinomia irresoluble que
existe, entre información y conocimiento
y sobre la cual cabalga el redentorismo por toda Latinoamérica.
Leyendo al gran académico, el Dr. Guillermo Maya
Muñoz, en su columna del periódico El Mundo del 8 de febrero de 2013, cuando
afirma: “Si la tarifa sube, usted la paga
o sale”, no queda duda ninguna, que la equidad, la inclusión de que tanto
alardea la administración de Medellín, paradójicamente incluye la EXCLUSIÓN, no
de El Poblado como territorio, sino de las personas y ciudadanos que en él se
asientan, lo que nos confirma en lo dicho, que estamos avocados desde el
predial y la valorización a un proceso de gentrificación, o en términos llanos
a un proceso de desplazamiento urbano.
En el mismo sentido se ha expresado en su
columna el Dr. Gabriel Zapata Correa, parlamentario antioqueño.
¡No puede ser, que con tanto conocimiento,
estemos ciegos y locos, Lucas!
Ahora en El Poblado, los “RICOS” de MEDIA PETACA, también lloramos, porque mínimamente hemos
sido indiferentes respecto de nuestros deberes ciudadanos, porque no nos hemos
apropiado de nuestra ciudad, porque en vez de VOTAR, hemos BOTADO nuestros
DERECHOS, quizás buscando eludir lo ineludible: los DEBERES que desde la
COEXISTENCIA y la CIUDADANÍA, tenemos!
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